Meditaciones No riegues tus malezas En los jardines hay flores bellas pero para que se noten y puedan crecer sanas hay que eliminar las malezas que crecen junto a ellas.
Las malezas generalmente son plantas silvestres con mucha resistencia, pero casi siempre no son atractivas y tienden a eliminar las plantas buenas porque crecen más rápido. Es natural que crezcan en el jardín porque quien lo cuida lo ha abonado y regado para que crezcan las plantas ornamentales y con esto también se ayuda a las malezas.
Otro problema con las malezas es que consumen los recursos de las plantas que deseamos que crezcan. Hace poco en mi ciudad prohibieron el uso de agua para regar plantas. La tierra tiene agua porque llueve pero es limitada y si hay exceso de malezas estas consumen el agua dejando menos agua para mis plantas. Si no se controlan las malezas, y el mejor control es arrancarlas de raíz, estas pueden apoderarse del jardín y eventualmente destruirlo. Algo parecido puede pasar en nuestras vidas.
Todos tenemos aspectos buenos y aspectos no tan buenos. En la vida aprendemos a desarrollar los buenos y controlar los malos. Los malos aspectos no son necesariamente “malos” pueden ser debilidades o malos hábitos.
Imagínate que pasa en un jardín si empezamos a cuidar las malezas con el mismo esmero que cuidamos las plantas ornamentales. Lo que pasaría es que se tomarían el jardín y este se vería como terreno abandonado, ya no sería jardín. En el jardín hay armonía en los terrenos abandonados no la hay.
Si en la vida alimentamos nuestras debilidades y nuestros malos hábitos en lugar de alimentar los buenos solo nos estamos perjudicando, nos estamos haciendo más vulnerables y perdiendo oportunidades. Un ejemplo es la pereza, casi todos tendemos a la pereza, imagínate si en lugar de ponerte a trabajar, estudiar o hacer algo productivo solo eliges pasártela descansando. Otro ejemplo es el mal humor, la afición al chisme, la ira incontrolable, etc.
No hace sentido alimentar lo malo y sacrificar lo bueno. Recuerda no riegues las malezas, mejor contrólalas.
Harvey MacKayMiércoles, 17 de agosto de 2011
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