Alerta al fuego El CONICET "anticipó" los incendios en Corrientes "hace un año atrás" ![](galeria/incnedios-corrientesssssss.jpg) Ignacio Contreras, investigador del CONICET, señaló que el organismo anticipó que los efectos de La Niña generarían una sequía con altas temperaturas, lo que aumentaría el riesgo de incendios en la provincia. También alertó sobre la relación entre la quema de pastizales y las tormentas.
De acuerdo a la información que brindó Ignacio Contreras, investigador del CONICET, éstos ya advertían hace un año sobre el riesgo de incendios en la provincia de Corrientes. Según estos estudios, el impacto del fenómeno de La Niña genera falta de lluvias un año después de la presencia de El Niño, lo que derivaría en condiciones propicias para incendios forestales y rurales.
De este modo, conforme a sus mediciones, el CONICET detalló: "En el marco de las inundaciones que se dieron entre 2015 y 2019, empezamos a hacer estudios sobre cómo respondía nuestra región a la presencia de El Niño y La Niña. Lo que notamos es que La Niña repercute en nuestra región un año después que El Niño, sobre todo en la temporada de lluvias, entre octubre y mayo", explicó Contreras. El investigador señaló que en 2024 hubo precipitaciones que superaron la media normal, acumulando más de 1.400 milímetros. Sin embargo, esto no significaría una continuidad hídrica a largo plazo, sino que anticiparía una seca importante. "Pensamos que La Niña empezaría a repercutir cuando comenzaran las lluvias. Puede ser que tengamos en primavera, pero sobre todo en verano y otoño, que es cuando llueve y se produce la recarga de agua de humedales", detalló.
El problema, según el especialista, es que la reducción de lluvias y el aumento de temperaturas generaron condiciones propicias para la propagación del fuego. "Si vamos a pensar en una seca muy seria, eso generará altas temperaturas que serían un foco de incendio para los incendios que estamos viviendo en la región, no solo en Corrientes", advirtió.
Otro punto importante en su análisis es la relación entre la quema de pastizales y las tormentas. "No podemos decir cuánto va a llover, sino que, en contexto de La Niña, tendremos falta de precipitaciones en verano y, sobre todo, en otoño. Hay que tener precaución, porque ante el alerta de una tormenta, muchos productores queman pastizales y llegan las ráfagas de viento, pero no el agua. No es por nada que la mayoría de incendios surgen cuando tenemos amenazas de tormentas", explicó.
La precisión de las mediciones meteorológicas permite prever estos eventos con cierta antelación. "Con tres días uno puede saber con mayor tranquilidad si puede llover o no (…). Uno puede generar modelos climáticos y anticiparse y decir ‘estos meses serán más o menos lluviosos o secos’, teniendo en cuenta estos modelos internacionales… que son solo eso, modelos. Pueden estimar", comentó Contreras.
El especialista también hizo una comparación con los incendios de 2022, cuando los grandes focos afectaron principalmente a humedales y esteros. Sin embargo, en la actualidad, las áreas quemadas corresponden a sectores que en 2022 no se vieron afectados. "Como el año pasado llovió, puede que esa región aún conserve humedad", estimó.
Contreras advirtió sobre la necesidad de prepararse para fenómenos climáticos extremos con mayor frecuencia. "Los eventos son cada vez más extremos y recurrentes. Tenemos que anticiparnos al problema", concluyó.
Sudamericana
Viernes, 14 de febrero de 2025
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