Meditaciones
Embajadora de la felicidad
Piensa en cómo te sientes cuando alguien te halaga. Todos tenemos algo que merece ser halagado. Los halagos tienen poder.
Una forma fácil de enfocarnos en lo positivo y repartir felicidad es dar halagos sinceros. Experimenta con esto y veras que te sientes bien al ver que les alegras el día a varias personas.
Encuentra algo bonito en tres personas con las que te relaciones el día de mañana, puede ser la cajera de la tienda, una amiga etc. y halaga a esta persona. Cada noche revisa si diste los halagos necesarios.
Experimenta esto por una semana y veras como te sientes un poquito más feliz porque has sido una embajadora de felicidad.
.Jueves, 21 de julio de 2011