Travesías Aguas Abiertas Concordia - Puerto Yerúa Anila Rindlisbacher “Nadé, lloré, llegué y gané” El pasado fin de semana la montecasereña Anila Rindlisbacher participó de la travesía de natación internacional de aguas abiertas de larga distancia Concordia- Puerto Yeruá de 22 Km por el Rio Uruguay. La nadadora estuvo postrada seis años en una cama y el agua la ayudó a recuperase de una rara enfermedad, Inmunodeficiencia Primaria. Hoy es un gran ejemplo de superación y lleva en sus espaldas varias maratones de aguas abiertas.
El sábado 21, se desarrolló la travesía con la participación de nadadores de distintas provincias y localidades, entre ellos la montecasereña Anila Rindlisbacher quien tuvo la oportunidad de competir junto a Noelia Petti referente emblemática de las aguas abiertas. El recorrido tenía un tiempo estimado de cuatro a cinco horas. Pero debido las condiciones bajas del río, hizo que el tiempo de extendiera a cinco y seis horas. “A mí me llevó seis horas treinta y nueve minutos”, manifestó Anila. “Lloré. A los 12 km empecé a sentir un dolor en las articulaciones de las muñecas, llevábamos aproximadamente tres horas de nado, ya habíamos pasado Estancia Grande, y le pregunté a José, mi guía, cuanto faltaba. -Ahora viene lo peor-, me dice, porque el río se planchó, faltan unos 10 km, te va a llevar tres horas y media más o menos. Conocedor, nadador y pescador artesanal según su propia definición, José, no erro en sus cálculos. Tardamos 3.39 minutos.
El dolor se iba intensificando conforme nadaba. Cada treinta minutos parábamos para hidratarme y comer, y yo aprovechaba esos segundos para relajar las manos, y volvíamos a salir. El río era una laguna, y sumado al dolor, cada salida me costaba más. Avanzábamos muy poco, un promedio de tres kilómetros y medio por hora. Lloré, lloré de dolor, pero nunca, ni por un segundo se me paso por la cabeza la idea de abandonar. No existe para mí esa posibilidad, yo no tenía plan B. Solo plan A: llegar.
Para evadir el dolor, dejaba mi imaginación volar. Por momentos estuve en Narnia, como llovía y mis antiparras se empañaron veía apenas borrosa la imagen de José y los otros dos remeros que me acompañaban, Walter y Ricardo. Entonces los imaginaba personajes mitológicos. ¿Se acuerdan de La Travesía del Viajero del Alba?, uno de los siete libros de las crónicas. Quienes hayan leído o visto la película se acordarán de la bruma. De a ratos estuve ahí. Y cuando salía el sol, aparecían tímidamente y en silencio las Nereidas, que siempre me acompañan algunos tramos. Nadé, lloré, llegué y gané!.
Gané vida para mí, gané vida para vos. GANÉ OTRA VEZ!”
“Fue un lujo nadar en las mismas aguas que Noelia Petti, una grande de la natación. La organización fue impecable, mucho trabajo atrás, por eso la emoción final en el cierre del evento de Edelmiro, el organizador, fue la emoción todos”, expresó Anila en su escrito, donde además agradeció a cada persona que colaboró y la apoyó en esta nueva aventura, al igual que a todas las personas de Monte Caseros, “mi ciudad natal por los amuletos que me enviaron, Orfeistas y Carunchos. Gracias”.
Jueves, 26 de enero de 2023
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