Consejos Transformar energía negativa en fuerza positiva en la vida Si buscamos la felicidad fuera de nosotros estamos buscando en el sitio equivocado. La fuerza llega cuando una observa lo que está sucediendo desde su interior. No adelanta cambiar de pareja o de ciudad para resolver un problema, por muchos cambios y experiencias que tengas, si no cambias desde dentro, seguirás viéndolo todo con los mismos ojos y cometiendo los mismo errores. Es nuestro modo de pensar y sentir lo que da color al mundo que nos rodea. Una gran parte del sufrimiento de la mujer es causada por la falta de atención con el interior de cada una de nosotras. Para lograr una relación armoniosa con los demás, debemos aprender a controlar la mente y los millones de pensamientos que muchas veces nos desbordan.
Tenemos que aprender a comunicar nuestros sentimientos sin exportar energía negativa para los demás. Cuando nos sentimos mal por dentro, tenemos que ser extremamente cuidadosas y no dejar que esa fuerza negativa perjudique amigos, familiares y pareja. No decimos que hay que callar los sentimientos porque no es el mejor camino. Silenciar los deseos y aspiraciones transformaría nuestra mente en una bomba de relojería lista para estallar violentamente y sin controle de las consecuencias. Para aprender a transformar la energía negativa en fuerza positiva en la vida, les recomiendo la lectura del libro El arte de domar el tigre, del sabio hindú Dharma Arya Akong Rimpoche, una excelente guía para la mujer que quiere llegar a la madurez emocional. Consejos para transformar energía negativa en fuerza positiva
El primero paso es la relajación. Y la primera técnica de relajación es muy sencilla: sentarse, relajarse, no hacer nada y dejar que la atención se dirija hacia el interior.
Si intentamos cambiar el mundo para adaptarlo a nuestras expectativas y preferencias, estamos destinados a fracasar. Ganarás fuerza positiva si consigues llegar a un estado de total relajación y, desde el interior, puedas observar lo que está sucediendo en tu vida.
Lo que necesitamos es un espejo que nos muestre con precisión quiénes somos y qué partes de nosotros mejorarían si las trabajásemos.
Para lograr una relación armoniosa con los demás, debemos aprender a domar la mente y a no dañarla con una tempestad de pensamientos.
Nadie puede dominar enteramente el mundo exterior. Sin embargo podemos vencer la ira, el orgullo, el deseo, el odio y los celos que hay dentro de nosotros y que nos hacen estar en discordancia con el mundo.
Estamos tan acostumbrados a tratar de cambiar las cosas que ni siquiera podemos aceptarnos tal como somos.
El antídoto contra todo lo que está mal y es demasiado complicado es simplificarlo todo. Por ejemplo, de que vale estar preocupada con el clima si no lo puedes controlar. Lo mismo pasa con otros miles de problemas.
Una vez la mente haya desarrollado plenamente la paz, ya no reaccionaremos negativamente, pase lo que pase. Sábado, 28 de mayo de 2011
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