Por: Constanza Crotto Los secretos de la moda que restan kilos Se puede lucir mucho más delgado con sólo aprender algunas claves para vestir. Las estampas, los colores, géneros y lo que jamás hay que usar para disimularlos
Carla se pasó un mes sin probar carbohidratos y se mató en las clases de spinnning para llegar espléndida al casamiento de su mejor amiga. Pero todos sus esfuerzos fueron en vano: a la hora de lookearse eligió un vestido con rayas horizontales de una tela brillante que no hizo más que agrandar sus ya potentosas caderas.
Como ella, hay miles de hombres y mujeres que hacen lo imposible para lucir más delgados. Lo que no saben es que, además de complementar una dieta alimenticia con gimnasia, existe un mundo de trucos y reglas del vestir que logran disimular el sobrepeso o aquellos defectos que nos quitan el sueño. “Si la usamos a nuestro favor, conociendo bien nuestro cuerpo, la ropa puede ser nuestra aliada. Obviamente que habrá prendas que dejaremos de lado, en nombre de la elegancia”, destacó Florencia Ducos, asesora de imagen, en diálogo con Infobae.com. A s vez, instó a “aprender a destacar lo mejor de nosotros camuflando esos kilitos de más”.
La clave está en elegir cortes y lineas favorecedores, conocer qué es lo mejor y lo peor del cuerpo de cada uno, lo que hay que resaltar o esconder y los colores y prendas que mejor quedan.
Uno de los principales tips está en el color de las prendas. Como es bien sabido, el negro estiliza más que ningún otro tono. Es un comodín, para usar de día y de noche, y Cocó Chanel lo convirtió en el color elegante por símbolo de sobriedad y sencillez.
Si bien no pasa ni jamás dejará de estar de moda, lucir siempre “de luto” tampoco es lo más conveniente. Para variar un poco pueden usarse colores más bien oscuros que tendrán el mismo efecto afinador sobre la figura. Las alternativas posibles son el tabaco, el gris oscuro o el azul marino.
A diferencia de estos tonos, los claros y brillantes aumentan el volumen. Por ende, son poco favorecedores, demasiado llamativos y se convierten en una opción casi prohibida para los que buscan esconder algún que otro “rollito”.
Los colores fríos son los que “ocultan” kilos mientras que los cálidos tienen el efecto contrario. Por lo tanto el azul, violeta y verde son los más aptos para disimular kilos y deben ubicarse en las zonas que se quieren ocultar. En tanto el rojo, amarillo y naranja llaman mucho la atención y realzan las redondeces.
Las combinaciones monocromáticas también son buenas aliadas. “Esto no quiere significar usar el mismo color en todo el atuendo; pueden ser distintos valores pero del mismo color”, explicó Ducos.
Quienes posean kilos de más deben abstenerse de las estampas de tamaño grande, que incrementan visualmente el tamaño de las medidas, o de colores muy contrastados. En esos casos es mejor elegir estampas pequeñas, como flores chiquitas o, si son grandes, siempre sobre un fondo oscuro.
Las rayas y los cuadros son polémicos. Las horizontales son para los más delgados o los que quieren “ensanchar” alguna parte de su cuerpo. Caso contrario, tendrán que ser verticales que alargan y hacen parecer más delgado.
En cuanto a las telas y géneros de la ropa, tendrán que ser opacos en los sectores más “rellenitos”, aquellos en donde se acumula la grasa. Las más brillantes reflejan la luz y, con ellas, todo parece más grande.
Conocer el cuerpo Una de las claves para usar la ropa en nuestro favor está en conocer el propio cuerpo. Lo mejor debe destacarse y, obviamente, lo peor deberá ocultarse. Las mujeres con piernas delgadas tendrán que vestir polleras cortas o pantalones ajustados. En cambio, a las que tienen caderas y piernas fuertes se les sugiere pantalones de tiro medio y de corte recto, y si quieren utilizar polleras, deberán ser estrictamente a mitad de rodilla y en línea A.
En épocas de sobrepeso, lo ideal es destacar la cara y el pelo. Por ende, el cabello tendrá que estar limpio y prolijo, el maquillaje agradable y cada accesorio en su lugar ya que los mismos tienen el poder de disimular y desviar la mirada.
Para evitar llamar la atención en los rollos de la panza, hay que tratar de focalizarla en otras partes del cuerpo como en el rostro, con un buen par de aros o una chalina colorida.
Una mujer con abdomen prominente debe optar por un saco entallado, recto, que llegue hasta la primera cadera generando un efecto hacia fuera. Esto también ayuda a disimular las caderas anchas.
Lo que no deben usar las que tienen busto grande son blazers abotonados y rectos ya que tendrá un “efecto carpa”. Por el contrario, tenderán a inclinarse por uno levemente entallado de solapas bien escotadas.
Los cuellos de remeras, camisas o sweaters son un “detalle” a tener en cuenta. Los escote en V, por ejemplo, disimulan la papada al focalizar la atención en el pecho más que en la redondez de la cara. Además, los sweaters no tendrán que tener el clásico puño que marca la panza.
El talle adecuado en la ropa es a su vez relevante. Las prendas demasiado sueltas hacen parecer más ancho al que la luce mientras que estar muy apretado exhibe los kilos y rollos mucho más de lo necesario.
Además, hay que tener en cuenta que los pantalones deben seguir la línea del cuerpo sin ser demasiado grandes ni ajustados. Los materiales más óptimos para esta prenda son la gabardina y el algodón. Para ocultar imperfecciones deben evitarse materiales adherentes como la lycra o el modal.
Los hombres también tienen sus trucos. Si de trajes se trata, los robustos tendrán que optar por trajes rectos de dos o tres botones, depediendo su altura y, como norma, jamás deben usar un saco cruzado.
El saco siempre tendrá que estar abrochado y las camisas tienen que ser claras, sin demasiados estampados. Lo ideal es usar corbatas con motivos o rayas que generen movimiento y camisas con cuellos en escala al propio cuello.
También tendrán que animarse a usar pañuelo en el bolsillo superior del traje para llamar la atención en el pecho y no en el abdomen.
Pantalón para cada cuerpo
Una buena elección del jean puede ser milagrosa. Para las mujeres que tienen demasiada cola, son aconsejables los jeans rectos simples, evitando los apliques en la parte trasera. Los bolsillos deberán calzar justo en el centro y tener un tamaño acorde al tamaño del glúteo.
Además, hay que tener en cuenta que los pantalones tienen que seguir la línea del cuerpo sin ser demasiado grandes ni ajustados.
Los jeans de colores oscuros disimulan el volumen y, aquellas que tengan las piernas más “grandotas” tendrán que evitar ajustarlas, como también tendrán que obviar los pantalones al tobillo.
Los dueños de caderas anchas tendrán que evitar pantalones de materiales muy adherentes o ajustados, con bolsillos o recortes en los costados, estampados grandes o rayas horizontales o con muchas pinzas, ya que éstas se abren generando más volumen.
“La ropa puede ser una gran aliada pero lo más importante es andar por la vida con actitud. Esto significa algo tan simple como conocernos y aprender a gustarnos, de ahí en más, todo resultará mucho mas fácil”, finalizó Ducos.Martes, 26 de abril de 2011
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