De coraje y enjundia Qué dice la historia sobre el Tambor de Tacuarí Según los relatos históricos, se puede decir que nació en 1798 en Yaguareté Corá, un pueblo de nuestra provincia que hoy se llama Concepción.
Esto podría ser la conclusión más importante de la existencia de Pedro Ríos, pero debemos admitir que sin dudas su presencia en el proceso histórico de nuestra Nación, como todo lo ocurrido desde su misma emancipación, cuenta con una doble y a veces triple visión....
La visión de los diferentes estudiosos dan cuenta del heroísmo del correntino. Pedro Ríos es uno de los símbolos de la Independencia y alentó a las tropas de Manuel Belgrano.
Según los relatos históricos, se puede decir que nació en 1798 en Yaguareté Corá, un pueblo de nuestra provincia que hoy se llama Concepción. Esto podría ser la conclusión más importante de la existencia de Pedro Ríos, pero debemos admitir que sin dudas su presencia en el proceso histórico de nuestra Nación, como todo lo ocurrido desde su misma emancipación, cuenta con una doble y a veces triple visión.
No podemos negar que hay autores que descreen de que Pedro Ríos haya participado del ejército del general Manuel Belgrano; es más, algunos ni siquiera admiten su existencia, considerándolo sólo un eslabón de la rica historia de mitos y leyendas de nuestra provincia. Nosotros, en esta ocasión, no brindamos los testimonios de estos últimos, dado que en la oportunidad queremos aportar los datos que dan sustento al extraordinario homenaje que se concretará hoy en su memoria, al cumplirse el bicentenario de su desaparición y también queremos transmitir el mensaje de solidaridad y patriotismo que emerge de su figura. No obstante, queremos dejar sentado que existe una corriente de historiadores e investigadores que lo desconocen.
Entre los que dan sustento a que hoy podamos homenajear a Pedro Ríos, el Tambor de Tacuarí, debemos hacer referencia a Enrique Mario Mayochi, quien en su trabajo sobre la campaña del General Belgrano al Paraguay hace referencia expresa a Pedro Ríos, conocido post mórtem como el Tambor de Tacuarí, consignando: “A fines de 1810 pasó por allí Manuel Belgrano con su reducido ejército, rumbo al Paraguay. Según Francisco Atenodoro Benítez, Belgrano con algunos de sus oficiales se dirigió al oratorio para rezar ante la imagen de San Francisco de Asís, patrono del poblado. Al salir de la capilla para visitar la escuelita local, fue rodeado por varios paisanos que le pidieron los incorporase al ejército. Entre ellos estaba el niño Pedro Ríos, por entonces de 12 años, que insistía en que Belgrano lo incorporase a su tropa.
Manuel dudó en un principio, pero el padre del niño, Antonio Ríos, antiguo maestro rural, le dijo: “No sólo doy mi consentimiento, sino también le ruego que lo acepte, porque yo, con mis 65 años de existencia, soy un hombre anciano, y la entrega de mi hijo es la única ofrenda que puedo hacer a la Patria”.
En el ejército de Belgrano había un comandante cuya visión estaba muy disminuida, que pidió al general que aceptara al niño para que le sirviese de guía. Y así ocurrió.
Cuando llegaron al Paraguay, los patriotas debieron enfrentar la resistencia del gobernador Bernardo de Velazco. La primera batalla tuvo lugar en Paraguarí, donde Pedrito tomó a su cargo el tambor cuando el encargado del instrumento ocupó un lugar como soldado.
El 9 de marzo de 1811 se desarrolló el duro combate de Tacuarí. Belgrano, con 250 hombres, debió enfrentar a 2.000. Siete horas duraron las acciones. Pedrito, redoblando con los palillos el parche de su tambor, alentaba a los soldados de la Junta de Buenos Aires hasta que dos balas de fusil pusieron fin a su vida.
El Tambor de Tacuarí no fue una leyenda sino una realidad. El niño-héroe debería ser recordado cada año en las escuelas, como dispuso el Consejo Nacional de Educación en 1912”.
Otro que se ocupó de Pedro Ríos y brindó información de fuentes más que certeras de la campaña de Belgrano al Paraguay, fue el general Bartolomé Mitre en su obra Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina, que además, según consignan los historiadores que se ocuparon de su figura, recibía informes en forma directa de los luchadores y familiares que tenían conocimientos muy concretos de los citados acontecimientos, luego destacados y valorizados por la historia argentina.
Mitre Mitre fue el primero que divulgó esta tradición. En su Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina, editada por primera vez en 1857, unas escuetas líneas relatan el episodio: “La infantería, formada en pelotones de ala, marchaba gallardamente con las armas a discreción, al son de paso de ataque que batía con vigor un tamborcillo de doce años que era, al mismo tiempo, el lazarillo del comandante Vidal, que apenas veía: pues hasta los niños y los ciegos fueron héroes en aquella jornada”.
Obligado El poeta y escritor argentino Rafael Obligado fue otro de los que se ocuparon del “Tambor de Tacuarí” Según cita en la revista Todo es Historia, Ernesto Micheo Quiroga describe: “Obligado era muy amigo de don Carlos Miguel Vega Belgrano, con quien se carteaba. Este señor era nieto del prócer, por lo que es posible que el poeta oyera de sus labios esta tradición. Además, Obligado recorrió el país con el fin de recoger cuentos, leyendas y tradiciones para usar como temas en sus poesías. Estuvo en Corrientes en 1897, y con motivo de ese viaje escribió A Corrientes, cuyos versos finales son muy significativos: “¡Corrientes Tierra natal ,de los héroes sin historia de los mártires sin gloria, de los dolientes hogares! Dame sol, dame azahares, dame asilo en tus memorias. La poesía El Tambor de Tacuarí está fechada en 1909. Obligado, y especialmente Mitre, conocieron a muchos guerreros de la Independencia; alternaron con ellos y escucharon de sus labios, o de los de sus familiares, numerosos episodios históricos. Mitre, al referirse a Falucho, dejó constancia que conoció cómo murió, gracias a un relato escrito y a varios orales, por lo que se debe aceptar que escuchó de alguien lo ocurrido en Tacuarí.Miércoles, 9 de marzo de 2011
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