María Crescencia Pérez El Papa aprobó la beatificación de una religiosa argentina El Papa Benedicto XVI autorizó este lunes el decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión de María Crescencia Pérez, religiosa argentina de la Congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto, por lo que se convertirá en beata. El milagro reconocido se refiere a una joven víctima de hepatitis A fulminante, agravada por una diabetes infanto-juvenil, cuya posible y única solución podría haber sido un transplante hepático que no se realizó, informó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA). Invocada la intercesión de Crescencia sobre una reliquia, a los cinco días el mal había desaparecido sin que mediara explicación científica.
En 1986 el entonces obispo de San Nicolás, monseñor Domingo Salvador Castagna, inició la beatificación de Crescencia y en 1989 el proceso se elevó a Roma donde este lunes llegó a su fin Crescencia Pérez (María Angélica), nació en San Martín, provincia de Buenos Aires, el 17 de agosto de 1897. Muy pronto se trasladó con su familia a Pergamino, donde transcurrió su adolescencia en un clima de profunda fe religiosa, dedicándose a los estudios, y al duro trabajo en los campos.
Madurada su vocación, el 31 de diciembre de 1915 entró en el Noviciado de las Hijas de María Santísima del Huerto en Buenos Aires donde, el 7 de septiembre de 1918, emitió sus votos religiosos.
Los primeros años de su vida religiosa los dedicó a los niños como maestra de labores y como catequista, primero en la casa provincial y después en el colegio Nuestra Señora del Huerto de Buenos Aires.
En 1924 se dedicó con el mismo entusiasmo a los enfermos, especialmente a los niños tuberculosos en el Sanatorio Marítimo Solarium de Mar del Plata.
Permaneció allí por tres años exponiendo su propia salud que comenzaba a declinar rápidamente. En busca de un clima más propicio fue enviada a Vallenar, Chile, donde algunas de sus Hermanas prestaban servicios en el hospital local.
Allí transcurrió el último período de su vida, dedicada totalmente al servicio de los otros enfermos. Murió a los 35 años el 20 de mayo de 1932.
El 28 de octubre de 2010, en Roma, se realizó la Consulta Médica acerca del milagro completo de la Hermana Crescencia que fue aprobado por unanimidad y ahora el Papa aprobó su beatificación.Martes, 20 de diciembre de 2011
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