En España Así ha sido la visita de Benedicto XVI a Barcelona Las 24 horas que el Papa ha permanecido en la Ciudad Condal han estado marcadas por la Consagración de la Sagrada Familia y su visita a la obra Benefico-social Niño Dios, que atiende a discapacitados físicos y psíquicos. Barcelona amanecía el domingo 7 de noviembre con el cielo encapotado, lo que no amedrentaba a miles de personas a desplazarse a las calles por las que iba a transitar el Papamovil. El frío de la madrugada tampoco había impedido, a muchos jóvenes, pasar toda la noche en vigilia custodiando el sueño del Santo Padre, en las puertas del arzobispado. El Papa había pasado la noche en una habitación desde la que no podía oir los cánticos de estos jóvenes, daba al interior del edificio, por motivos de seguridad.Como todos los días, Benedicto XVI se levantaba pasadas las cinco y media de la mañana, para realizar sus oraciones, y prepararse para una jornada muy especial, debía consagrar la obra cumbre del que llaman "arquitecto de Dios", la Sagrada Familia de Antoni Gaudí.
MILES DE FIELES ESPERAN AL PAPA EN LAS CALLES
Pasadas las 9.00 de la mañana comenzaba su recorrido por las calles de Barcelona el Papamovil. El automovil con el Santo Padre, su secretario personal Georg Gaenswein y el Cardenal -arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach, abandonaba el Palacio Arzobispal, donde había pernoctado Benedicto XVI.
Cientos de personas llevaban horas esperando ver al Papa a su paso por la Avenida de la Catedral hacia Via Laietana. Familias enteras llegadas horas antes a la Ciudad Condal esperaban con paciencia ver pasar al Papa que se dirigía a la Sagrada Familia para convertir el templo diseñado por un hombre de Dios en Basílica menor.
EL PAPA Y LOS REYES MANTIENEN UN ENCUENTRO PRIVADO EN LA SAGRADA FAMILIA
Cumpliendo el horario previsto, pasadas las 9.30 horas de la mañana, los Reyes saludaban al Santo Padre, al que daban la bienvenida a la Sagrada Familia. Tras saludar también al presidente de la Generalitat, José Montilla y al ministro de la Presidencia, Ramón Jauregui, Benedicto XVI se reunia con sus majestades, don Juan Carlos y doña Sofía en la Sala Museo de la Sagrada Familia. En el encuentro también estaban presentes eñ secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone y el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach.
Durante el encuentro, el Papa entregaba a los Reyes un ejemplar del 'Summorun Romanorum Pontificum historia nomismatibus' sobre la historia de los Papas a través de las medallas pontificias. Por su parte el Rey obsequiaba al Pontífice con una edición especial facsímil del Códice Ureo del siglo XI.
Además de los Reyes, Benedicto XVI fue recibido a su llegada a la Sagrada Familia por el presidente de la Generalitat, José Montilla, que llevaba corbata amarilla color de la bandera Vaticana, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el ministro de la Presidencia, Ramón Jauregui, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu y el presidente del parlament, Ernest Benach.
EL PAPA CONSAGRA LA SAGRADA FAMILIA
6.500 fieles congregados en el Templo comenzaron a aplaudir cuando el Santo Padre, empujando la A y la G ( doradas y que destacan sobre el resto de letras del Padrenuestro en más de 50 lenguas y que simbolizan el nombre Antoni Gaudí) de las puertas de bronce de la entrada de la Gloria enseñaba al mundo entero, la grandeza del interior de la Sagrada Familia, tal y como la concibió Gaudí y que ha materializado el actual arquitecto jefe del templo, Jordi Bonet.
Durante la ceremonia de Consagración, con la magnanimidad de los ritos, entre ellos la unción de los aceites crismales, el Cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluis Martinez Sistach destacaba la devoción de los cristianos catalanes a través de la Sagrada Familia," una expresión de su alma religiosa y de sus raíces cristianas desde hace más de 1.000 años". El Cardenal explicaba al Santo Padre que Antonio Gaudí "arquitecto genial y cristiano ejemplar" tenía el objetivo de que la Iglesia que el Obispo de Roma declarará Basílica " sea el cielo en la tierra, la nueva Jerusalén que baja y se pone a habitar en medio de la humanidad, simbolizada por Barcelona".
En la homilía, el Santo Padre destacaba el significado de la Sagrada Familia, de la familia como "escuela de amor, oración y trabajo" tal y como "los vivió la Sagrada Familia de Nazaret"
"Las condiciones de la vida han cambiado mucho y con ellas se ha avanzado enormemente en ámbitos técnicos, sociales y culturales. No podemos , decía el Papa, contentarnos con estos progresos. Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales, ya que el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural" " Sólo donde existen amor y fidelidad , nace y perdura la verdadera libertad".
150 cardenales y obispos y más 1.100 sacerdotes celebraron junto al Santo Padre la Eucaristia, en la que el Papa utilizó indistintamente el castellano, catalán y latín. Durante la celebración no faltaron las referencias a la Virgen de Monserrat y a la Virgen de la Merced, patronas de Cataluña y de Barcelona.
ANGELUS BAJO LA PORTADA DEL NACIMIENTO
Pasadas las 13.00 horas el Papa salía a la calle para rezar junto con los cientos de fieles que le esperaban, desde primera hora, el Angelus. Un altar situado debajo de la puerta del Nacimiento esperaba al Santo Padre. El altar y los gritos de miles de jóvenes y voluntarios a los que no temblaba la voz al decir, "esta es la juventud del Papa" o "sí, sí, sí el Papa ya está aquí".
Como había hecho durante la homilía de Consagración de la Basílica, el Papa volvía a defender los valores del matrimonio y la familia tradicional. Benedicto XVI volvía a señalar que Gaudí " nos ha enseñado que toda la Iglesia, escuchando y cumpliendo su Palabra se convierte en su Familia"
ALMUERZO CON 150 OBISPOS Y CARDENALES
De vuelta al Palacio Arzobispal, Benedicto XVI presidía un almuerzo ante 150 obispos y cardenales en el Salón del Trono. En el transcurso de la comida, de apenas hora y cuarto, el Santo Padre ha realizado un brevísimo discurso en italiano en el que ha destacado que "este ha sido un día inolvidable que servirá para la evangelización".
El cardenal Martínez Sistach tomaba también la palabra para agradecer al Pontífice su visita a Barcelona y desear que vuelva a la Ciudad Condal cuando esté terminada la Sagrada Familia, alrededor del año 2024.
El Papa y los Obispos desgustaron un menu elaborado por la Escuela de Hosteleria de Sant Ignasi de los jesuitas en el que no ha faltado el tradicional pan con tomate, crema catalana y una mona de 50 kilos de chocolate y 1,2 metros de altura réplica de la Sagrada Familia.
EL SANTO PADRE SE VUELCA CON LOS NIÑOS DEL 'NEN DEU'
A las 17.15 horas de la tarde, el Papa llegaba a la Obra Benéfico-social Nen Deu (Niño Dios), que dirigen las hermanas franciscanas, de ahí que una pancarta gigante con Paz y Bien, diera el saludo de Bienvenida a Benedicto XVI. A la vez que le cantaban " Bienvenido a la fiesta".
El Papa ha mantenido el encuentro más cercano, de esta visita, con los niños, jóvenes y adultos que son atendidos en este centro, dedicado a disminuidos psiquicos y físicos.
El Santo Padre bendecia la primera piedra de una nueva residencia de la Congregación de Tiana y recibía de uno de los chicos del centro un encargo "llevenos siempre en su corazón".
La superiora del Centro, la hermana Rosario Hidalgo agradecia al Papa la visita , recalcando que ese encuentro "significa la aceptación de estos niños incomprendidos en una sociedad materialista, falta de valores verdaderos"
A la salida del centro, el Papa se saltaba el protocolo y acudía a dar la mano y su bendición a las personas que aguardaban a la puerta para verle de cerca.
ENCUENTRO CON ZAPATERO EN EL AEROPUERTO DEL PRAT
Momentos antes del último acto oficial ,antes de partir en un vuelo de Iberia hacia Roma, Benedicto XVI se reunía en el aeropuerto de El Prat con el presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, único momento de la Visita Papal en el que coincidían ya que el mandatario español ha estado ausente del resto de actos oficiales.
Según fuentes del ejecutivo español, el encuentro entre el Pontífice y el presidente del Gobierno,junto al Secretario de Estado Vaticano, Tarsicio Bertone, no superó los diez minutos, y fue "distendido y amable" .
El Papa agradecía a Zapatero la colaboración del ejecutivo español durante la visita a Santiago y Barcelona y por su parte Rodriguez Zapatero transmitía al Papa la disposición del Gobierno para que colaborar con la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en agosto de 2011 en Madrid.
Moncloa señalaba en su nota que el presidente del Gobierno había comentado al Santo Padre la relación fluida entre el Estado Español y el Vaticano, fruto de lo que expresa la Constitución española que define a España como un Estado aconfesional que reconoce el peso de la Iglesia Católica pero que garantiza la libertad de todos".Martes, 9 de noviembre de 2010
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