Saludable Mayores impuestos a los cigarrillos, la mejor medida contra el tabaquismo Una especialista de la Organización Panamericana de la Salud sostuvo que subir un 10% el precio de los paquetes reduciría casi un 4% el consumo. Reveló que en la Argentina un 27% de la población es fumadora. La especialista disertó en el Taller de Discusión Técnico Política sobre el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que se realiza en Buenos Aires.
“Los impuestos al tabaco son la medida individualmente más efectiva para reducir el consumo. Generan un fuerte impacto en los jóvenes, en fumadores ocasionales y población de menores ingresos. Además, desalientan el inicio y alientan a las personas a dejar de fumar”, afirmó Rosa Sandoval, especialista del Equipo Regional de Control de Tabaco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según estimó Sandoval en el encuentro organizado por el Ministerio de Salud de la Nación, La Unión y la OPS, “una suba del 10% del precio de los cigarrillos significaría una reducción de un 4% de los fumadores” en la Argentina, donde el 27% de la población tiene este vicio, según la última Encuesta de Factores del Riesgo de la cartera sanitaria.
El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud, tratado que el país aún no ratificó (pero sí lo hicieron 171 naciones del mundo), “reconoce en su artículo 6 que las medidas de precios e impuestos son eficaces para reducir el consumo, principalmente entre jóvenes“, y asevera en su artículo 15 que “la eliminación de toda forma de comercio ilícito de tabaco es componente esencial del control de tabaco”.
Aplicar impuestos al tabaco genera ingresos fiscales (ya que quienes continúan fumando pagan un precio más alto) y promueve la salud pública al disminuir el consumo, la morbilidad, la mortalidad y los costos asociados. También los recursos recaudados permiten compensar en parte los gastos del sector sanitario que son resultado de la adicción.
Sandoval dio el ejemplo de Sudáfrica, país donde el aumento impositivo llevó a un incremento en la recaudación y también a la reducción del consumo de cigarrillos, promoviendo la salud. Es decir, sintetizó: “Baja el consumo y aumenta la recaudación”.
Por otro lado, afirmó que “el contrabando es un problema de salud”. Y es que el comercio ilícito pone al alcance cigarrillos entre un 50 y un 67% más baratos en América Latina y, por tanto, aumentan el consumo. Además, genera pérdidas de recaudación para los gobiernos, remarcó.
Según un estudio de 2009, mencionado por Sandoval, el mercado negro del tabaco en ese año representó un 11,6% del total de ventas, es decir, 657 mil millones de cigarrillos, lo que equivale a 40,5 mil millones de dólares. Jueves, 4 de noviembre de 2010
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