Dr. Juan José Cilia Vómitos y Diarreas en Pediatría También conocido como gastroenteritis, que es la inflamación del estómago, continuando con la inflamación del intestino que da lugar a la alteración de la capacidad para absorber sales y agua, generando la diarrea. Es uno de los motivos más frecuentes de consulta en pediatría.
Puede ser aguda o crónica. Lo primero es lo más frecuente y desaparece en una semana.
Cuando las condiciones sanitarias y de higiene son malas aumenta el riesgo de presentar vómitos y diarreas, principalmente en lactantes y desnutridos, por bajas defensas. El riesgo es la deshidratación.
La utilización de las sales de hidratación oral (SHO) han disminuido las internaciones para la colocación de sueros, evitando muertes por deshidratación. El objetivo es reponer la perdida de líquidos por vómitos y diarreas para mantener la hidratación. ¿Cuáles son las causas?
Las causas más frecuentes son las infecciones virales y son distintos tipos de virus que la producen como el Rotavirus que afecta a los lactantes y genera deshidratación severa y se vacuna a los 3 meses de edad para generar defensas. Otras veces se asocia a virus por infecciones respiratorias, que son más frecuente durante el invierno. Otras causas son las infecciones bacterianas, por contaminación de los alimentos o del agua, más frecuente durante el verano. Por ejemplo, por salmonella, shigella o echerichia coli, son las más frecuentes y el tratamiento es con antibióticos. El tratamiento con antibióticos por infecciones bacterianas diversas, también puede provocarlo por disminución de la flora bacteriana intestinal o microbiota que son bacterias que están en el intestino y forman parte de las defensas. Trasgresiones alimentarias, por ejemplo, exceso de frutas o azucares o mezcla de alimentos, ingestión de alimentos en mal estado, parasitosis, por ejemplo, giardias, alergia a algunos alimentos, son otras de las causas. También la causa puede ser ajena al aparato digestivo asociada a angina, otitis o erupción dentaria.
¿Cuáles son las manifestaciones clínicas?
Además de los vómitos y diarreas puede presentar síntomas generales de infección como decaimiento y fiebre que explicarían la infección o dolor abdominal y flatulencia en transgresiones alimentarias, sin fiebre. Y signos clínicos de deshidratación que es la complicación más frecuente en los lactantes. La fiebre sugiere infección y los vómitos y diarrea sugieren gastroenteritis (infección gástrica e intestinal) la diarrea se define como aumento de la frecuencia de la emisión de heces con disminución de su consistencia pudiendo ser blandas o liquidas.
¿Cómo nos damos cuenta que esta deshidratado?
Los signos más importantes son sequedad de piel y mucosas, llora sin lágrimas, la lengua esta semi húmeda o seca, los ojos están hundidos, la fontanela esta deprimida en los lactantes, si se hace un pliegue en la piel queda marcado, tienen sed intensa, orina menos y más concentrado (se cambian menos pañales mojados) La deshidratación en los lactantes requiere tratamiento urgente y debe ser un motivo de consulta inmediata al pediatra. Según el grado de gravedad puede ser: leve, moderada o grave que se calcula por la disminución del peso. Los lactantes se deshidratan fácilmente y la deshidratación se clasifica en: leve, moderada o grave. Leve: disminuye hasta el 5% del peso, moderada disminuye entre 5 y 10% del peso, grave: disminuye más del 10% del peso, por ejemplo, disminución de 1kg para un niño de 10 kg, requiriendo la colocación de suero por vena, para hidratarlo rápidamente.
¿Cuándo deben alarmarse los padres?
Deben alarmarse cuando presenta: signos de deshidratación, vómitos que no ceden, presencia de moco o sangre en materia fecal, irritabilidad o somnolencia. Es importante controlar el peso, principalmente en lactantes.
¿En cuántos días mejora?
La mayoría de las veces el cuadro desaparece en 2 o 3 días, pero puede durar hasta una semana. En las infecciones virales que es lo más frecuente hay que esperar que se cumpla la evolución natural de la virosis, son cuadros auto limitados (se curan solos) el tratamiento es sintomático y no responden a los antibióticos.
¿Cuál es el tratamiento?
Si esta deshidratado se indicaran sales de hidratación oral (SHO) y la cantidad que debe recibir dependerá del peso del niño y del grado de gravedad de la deshidratación, 6 a 9 tomas cada 45 minutos, 2 tomas de SHO alternando con agua, continuando con pecho o leche de vaca diluida y reposición de perdidas (vómitos y diarreas) con las sales de hidratación oral, para lactantes y para niños más grandes se le dará una dieta astringente: arroz, polenta, queso, carne vacuna o pollo, manzana rallada gelatina, te,
dulce de membrillo agua mineral o 7up sin gas o agua mineral, o gaytore. Hidratación parenteral para la deshidratación grave (se inyectan líquidos por vena) En lactantes se debe reponer las perdidas con sales, para los vómitos: 20 o 30 cc de a cucharaditas y para las diarreas. 40 cc de sales después de cada deposición, para prevenir la deshidratación, en lactantes. Las sales vienen en sobres y se diluye 1 sobre en 1 litro de agua potable y dura 24 horas (preparar en una jarra y dejar en la heladera) La utilización de las sales de hidratación oral es simple, seguro y de bajo costo. Para las diarreas bacterianas se indican antibióticos, dependerá del resultado del coprocultivo, pero la mayoría de los casos son virales, la resolución es espontanea hay que esperar la evolución natural de la virosis, el riesgo es la deshidratación principalmente en lactantes.
¿Qué es el Síndrome Urémico Hemolítico?
Es una enfermedad grave y poco frecuente, caracterizada por diarrea, alteración de los riñones con insuficiencia renal y anemia por destrucción de los glóbulos rojos. La causa es una toxina liberada por una bacteria llamada echerchia coli que se contrae por el consumo de carne picada insuficientemente cocida principalmente. Para el tratamiento se interna el niño para realizar diálisis por la insuficiencia renal.
¿Cuáles son las medidas preventivas de los vómitos y diarreas?
Hay que extremar las medidas higiénicas: lavarse las manos, lavar biberones, tetinas y chupetes con agua hirviendo. No deben dejarse restos de leche en la mamadera. Proteger al niño de insectos y cucarachas (transportan gérmenes) Evitar la contaminación de los alimentos. La alimentación materna previene vómitos y diarreas, porque aporta anticuerpos, que son las defensas que protegen contra las infecciones. Los lactantes alimentados a pecho tienen menos episodios de diarrea y cuando la padecen se curan más rápido (es más higiénico que la mamadera y aporta defensas)
Dr. Juan José Cilia. Pediatra MP 1771Lunes, 31 de octubre de 2022
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