Vida La historia de amor de Wanda Nara y Mauro Icardi: amistad, amor, millones y separación La modelo y el jugador del Galatasaray protagonizaron un romance tan apasionado como mediático y cargado de polémicas.
Wanda Nara publicó una contundente historia de Instagram que terminó confirmando la noticia más triste: “Me resulta muy doloroso vivir este momento pero dada mi exposición y las cosas que están trascendiendo y las especulaciones mediáticas es preferible que lo sepan por mí. No tengo más nada que aclarar y no voy a dar ningún tipo de detalle sobre esta separación. Por favor pido puedan entender no solo por mí, también por nuestros hijos”, escribió con letras blancas sobre fondo negro para dar por terminada -al menos por ahora- su relación con Mauro Icardi. Una historia de amor que lleva nueve años, dos hijas y una gran familia ensamblada y que hace casi un año entró en zona de turbulencias fuertes. En aquella oportunidad, Wanda había descubierto una supuesta infidelidad de su marido con quien luego se supo que era Eugenia la China Suárez. “Me separé”, escribió entonces y puso al mundo del espectáculo patas para arriba con lo que se conoció como Wandagate. El tiempo pasó, las aguas se aquietaron y la pareja se dio segundas, terceras y cuartas oportunidades. Compartieron vacaciones -desde safaris a playas paradisíacas- y actividades profesionales -el local de cosmética de la empresaria en Miami, la presentación del futbolista en el Galatasaray- y echaron por tierra todos los rumores que se referían a una separación. Sin embargo, parece que esta vez va en serio. O no, pronto lo sabremos.
¿Lo que mal comienza, mal acaba? Cuenta la leyenda que allá por el 2005, siendo todavía un chico de 12 años, Mauro se había acercado a Maxi López, por entonces casado con la modelo y jugador del Barcelona, para pedirle un autógrafo. Y que, cuando siete años después llegó a compartir club con él en el Sampdoria, se terminó convirtiendo en uno de sus mejores amigos. Las cenas en su casa eran recurrentes y la pareja adoptó a la joven promesa del fútbol, que por ese entonces estaba solo en Europa, como un integrante más de su familia. Wanda y Maxi le dieron calor de hogar y contención, y Mauro forjó un vínculo muy cercano no solo con ellos sino también con sus hijos, Valentino, Constantino y Benedicto.
Wanda le tenía tanta fe a su amigo que, incluso, se ofreció de celestina y le presentó a varias amigas. También, a su propia hermana Zaira, que hacía pocos meses se había separado de otro jugador, Diego Forlán, en el medio de una crisis mediática. “Menos mal que no me casé”, había escrito la hermana menor de las Nara en Twitter un mes antes de su casamiento con el uruguayo. Pero el destino tenía otros planes para todos.
Involuntariamente o no -nunca lo sabremos-, Mauro se acercó a Wanda que por ese entonces estaba en una profunda crisis con el padre de sus hijos. En este joven sencillo, maduro, compañero y contenedor, descubrió a un amigo y confidente, con el que pudo descargar su dolor y llorar sobre su hombro cada noche, cuando el ruido de la casa se apagaba y arrancaban rondas de mate de a dos. En él, sencillamente, encontró todo lo que su marido no podía darle.
Gracias a esa amistad, logró tomar el valor para cortar con ese vínculo tóxico del que no podía salir: con Maxi las peleas eran cada vez más constantes y los rumores de infidelidad eran olas que tapaban cualquier intento de naufragio. El final era inminente y el joven Mauro la ayudó a armar las valijas para volar desde Italia a Argentina buscando consuelo en su familia, amigas y entorno más intimo.
Fue entonces que llegó el famoso tweet. “Basta para mí”, que publicó Wanda en su cuenta de Twitter el 31 de octubre de 2013. Ese día, la mediática había decidido separarse definitivamente de Maxi López después de cinco años de matrimonio y tres hijos. La noticia no sorprendió demasiado, era la crónica de una separación anunciada. “¿Quién te va a agarrar con tres pibes?”, contó tiempo después que le dijo su exmarido cuando se despidió. Las vueltas de la vida.
“Wanda Nara, te amo, nunca me será sencillo decir lo que siento, porque descubrí que esas dos palabras llevan consigo un sentimiento sin límites”, publicó Icardi en su cuenta de Twitter una semana después de que Wanda anunciara su separación con López. Nadie lo podía creer, incluso dudaron si su mensaje era cierto o su cuenta había sido hackeada. Pero la determinación de ese muchacho no quedó ahí y aunque sabía que se estaba exponiendo y que iba a ser señalado en un ambiente machista como es el del fútbol, no reculó y decidió pelear por ese amor pese a que con ese gesto, su amistad con el jugador quedaría rota para siempre.
Nada lo detuvo: ni las críticas de propios y ajenos; ni el mote de traidor; ni el famoso verbo que crearon a partir de su apellido para denominar una traición entre amigos, “Icardear”. Tampoco el asombro de la modelo, ella a la que le habían hecho creer que nadie la querría con tres hijos pequeños, estaba recibiendo una declaración de amor por parte de un chico de 20 años que tenía belleza, fama y dinero y que podría estar con la mujer que quisiera. “¿Cómo se va a fijar en mí, que le llevo seis años y tengo tres cesáreas?”, repetía. Sin embargo, él la quería a ella y lo dejó demostrado tatuándose su nombre en el antebrazo.
Y listo, si Wanda tenía alguna duda, con este gesto no se pudo contener y cayó rendida a sus pies. A las pocas semanas, hicieron un viaje juntos y confirmaron que su pasión también era amor. A la vuelta de esa escapada, ella volvió a hacer las valijas, cruzó el océano ahora en el sentido inverso y se instaló en Europa con él y sus tres hijos. Pero Mauro fue por más y comenzó a planear una seguidilla de demostraciones románticas para su chica. En enero de 2104 le propuso matrimonio con un par de anillos de Bvlgari, mostró una camiseta que decía “Wan te amo” en medio del estadio del Inter y no dejó de meter goles cada vez que su club se enfrentó al Torino, dónde por entonces jugaba López. Todo se fue dando a un ritmo vertiginoso. Los escándalos y acusaciones por el divorcio millonario con Maxi jamás cesaron. Y Mauro siempre estuvo ahí para ella.
Wanda y Mauro se casaron el 27 de mayo de 2014 y lo celebraron con una fiesta en el Palacio Sans Souci, en Victoria. En un video de su boda, se la escucha a la modelo elogiar el cuerpo de su nuevo marido: “Me gustan sus ojos, las pestañas, me encanta su sonrisa, cómo se le iluminan los ojos y su energía”. “Yo quería una compañera y ahora camino junto a la mujer de mi vida”, le decía Icardi feliz. Muy pronto, decidieron agrandar la familia: Francesca nació el 19 de enero de 2015 e Isabella, el 27 de octubre de 2016.
Al poco tiempo Wanda se convirtió en la mánager de su esposo. Ella fue quién negoció cada uno de los contratos que el futbolista cerró en el Inter y en el París Saint-Germain. Su contrato actual se estima en 10 millones de euros al año. Quien quiera tenerlo como imagen de su firma o en alguna publicidad, también se debe sentar con la rubia, que hace años dejó de ser modelo y vedette para convertirse en una empresaria que pelea y administra cada ingreso en el hogar.
En junio y como una especie de premonición, mientras estaban de vacaciones solos en África, Wanda sorprendió a sus fanáticos al asegurar que Mauro y ella eran como “el agua y el aceite”, pero que el jugador había decidido invitarla al viaje debido al aniversario en cuestión. “Ahora abro un debate. El séptimo año dicen que es el de la crisis. Y quiero que me digan secretos para un matrimonio duradero”, les pidió a sus seguidores abriendo una caja para comentarios. Aunque aclaró que hablaba de un “matrimonio largo y feliz”, y no sólo de uno que perdurara en el tiempo.
Así llegaron las cosas hasta ese 16 de octubre en el que sacudió las redes con el mensaje “Otra familia más que te cargaste por zorra”. De enigmático tuvo muy poco, ya que las redes hicieron su trabajo y apuntaron directamente a la China Suárez, recordando la separación de Pampita Ardohain y Benjamín Vicuña. Desde entonces, las partes hicieron silencio y solo dirimieron sus cuestiones en las redes sociales. La ex Casi ángeles fue duramente cuestionada y a los pocos días emitió un comunicado en sus redes “Lo que sucedió es una situación que yo no comencé, no provoqué y no alenté”, aseguró.
Pasó poco más de un mes hasta que Wanda habló en televisión. Fue en un especial con Susana Giménez que se vio por Paramount y Telefe. La conductora se instaló en París, recorrieron la ciudad, fueron a ver al PSG y charlaron a metros de la Torre Eiffel en una muy comentada entrevista. Allí reveló cómo se enteró de los chats entre la actriz y el futbolista y dio detalles de la reconciliación. Hacia el final ingresó Mauro, vestido de entrecasa en contraste con la elegancia de las rubias, y con un lenguaje corporal que dio que hablar. “Pensé que quería cobrar por estar acá”, se sorprendió Wanda.
La situación se tranquilizó, al menos puertas y redes para afuera, y la pareja continuó con su día a día, entre París, Milán y Buenos Aires. Mientras tanto, la historia iba sumando precisiones. El futbolista y la actriz habían coincidido en la capital francesa, mientras las hermanas Nara se encontraban en Italia. Incluso Jakob Von Plessen, el marido de Zaira, fue señalado como cómplice del encuentro lo que derivó en complicaciones en su relación, nunca resueltas del todo.
A principios de diciembre, Wanda llegó a la Argentina sin su marido, para pasar su cumpleaños y lanzar su local de cosméticos en una caótica ceremonia en el Shopping Abasto. Por entonces, las malas lenguas hablaron de un affaire de la blonda y su guardaespaldas, que aprovechó sus quince minutos de fama para echar más leña a los rumores. La llegada de Mauro otra vez encarriló la relación pasaron juntos las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
A finales de enero volvieron los fuertes rumores de separación y desde entonces combinaron los períodos de crisis, con insinuaciones sobre la posibilidad de agrandar la familia e imponentes viajes en los que se dieron todos los gustos. Primero, el matrimonio viajó solo a África, el exótico destino preferido de la empresaria. Luego con los cinco chicos se dirigieron a las Islas Maldivas para disfrutar un poco de la playa. Y más tarde, las hermanas Nara hicieron un viaje solas por Italia, dejando a los chicos al cuidado de su madre, Nora.
Con el fin del calendario deportivo, se supo que el futbolista no seguiría en el PSG y su futuro futbolístico era una incógnita. Ella, por su parte, tenía todo más claro. La segunda mitad del año tenía pactada su incorporación a Telefe como una de las investigadoras de ¿Quién es la Máscara?, que se estrenó el 12 de septiembre. Desde Buenos Aires escribió el mensaje que anunció la separación. Pero antes escribieron juntos el, hasta ahora, último capítulo de su relación.
A principios de septiembre vivieron unos días frenéticos de punta a punta del globo. Primero, ella viajó a Buenos Aires, donde había trascendido que, además de grabar las promos para el programa, tenía pensado iniciar los trámites del divorcio. Desde allí, voló a Miami, donde presentaba su línea de cosmética. Hasta allí viajó también Mauro, que cayó de sorpresa con Francesca e Isabella. A los pocos días, la brújula marcó Estambul, donde el futbolista firmó contrato con el Galatasaray, uno de los clubes más importantes del país. Allí se vio por ultima vez a la familia ensamblada, con los chicos uniformados con el amarillo y rojo del popular equipo turco.
En las últimas redes, los mensajes entre enigmáticos y sugestivos -ella proyectó llegar soltera a diciembre, el soñó con la posibilidad de tener otro hijo- volvieron a insinuar una crisis, que se terminó de confirmar en las palabras de Wanda, que además borró todo tipo de rastro de Mauro de sus redes. Se sabe, no es garantía de nada, ni sería la primera ni la última vez.
Aviones privados, viajes a destinos exóticos, vacaciones familiares, casas extravagantes, caprichos millonarios, nada parece poder contener el fin de esta relación que nació, creció y ¿terminó? con millones de seguidores como testigos. Habrá que esperar a que los protagonistas se animen a escribir otro capítulo en esta novela televisada por las redes.
TeleShowJueves, 22 de septiembre de 2022
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