Comisaría Primera Capilla Santa Ana: delincuentes robaron el sagrario y provocaron destrozos Personas desconocidas violentando puertas y ventanas, habrían robado el sagrario de la Capilla Santa Ana ubicada por calle General Paz. También se llevaron un amplificador, revolvieron los armarios y provocaron daños.
El hecho habría ocurrido durante la madrugada de este martes, 25 de mayo. Según las hipótesis, los delincuentes habrían ingresado al predio de la capilla por el muro perimetral de la parte de atrás. Se realizó la denuncia correspondiente y en el lugar trabajó Comisaría I y la Perito Ruiz Díaz.
El Diácono Gustavo Franceschini, en diálogo con la prensa brindó detalles de lo sucedido, “no tenemos precisión de la hora de lo sucedido, suponemos que fue en la madrugada. Hoy a las 09:00hs los muchachos que están haciendo la obra, se encontraron con este panorama”, dijo muy angustiado. “Se cree que ingresaron por la parte de atrás de la capilla, el frente está un poco debilitado por la obra. Lo que sí se vio es que, es que el muro que tenía un vallado estaba roto y por eso suponemos que ingresaron por allí. También encontramos las aberturas violentadas”.
“Se llevaron lo más valioso para un templo, el sagrario, con todas reservas de hostias consagradas”, contó el Diácono muy afligido.
“Es un dolor inmenso, es todo material, pero en una comunidad cristiana lo que se priorizan son los fundamentos espirituales y más que nada la eucaristía. Lo primero que estamos pensando es, en qué lugar está esa reserva consagrada y en manos de quién y pisoteada por quién. Es un gran dolor lo que sentimos”.
“Además del sagrario, también desapareció un equipo amplificador y una luz de emergencia. Nos encontramos con las aberturas destrozadas, rejas rotas, puertas de placa de madera violentadas, armarios revueltos y una garrafa que quedó a mitad de camino, que apartemente no pudieron llevarla. No podemos detallar mucho porque a simple vista resalta esto”.
“No sólo entraron a la capilla, sino también al salón comunitario, a los baños y al salón de Cáritas donde están los roperos”, precisó.
“Ahora hay que empezar de nuevo, mirar hacia delante y cuesta mucho. Recemos mucho, porque esto para la fe es un sacrilegio y es un daño que hay que repararlo desde adentro, desde las cosas que estamos fallando como cristianos, como ciudadanos en relación a esos valores que se extrañan” concluyó.
Martes, 25 de mayo de 2021
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