Comisión Municipal: Parquización y Forestación ¿Por qué no podar los áboles? Poda; y las Hojas que caen de los árboles 1993 por Ricardo Barbetti, del Museo Argentino de Ciencias Naturales. Av. Angel Gallardo 470, (1405) Buenos Aires. Hay que podar únicamente por motivos importantes. La poda lastima y debilita los árboles y a todas las plantas. Un árbol podado vive menos que uno sin podar. Por los cortes entrar enfermedades y parásitos. Cuando se poda, la planta pierde parte de su cuerpo, pierde fuerza. Después brota rápido porque necesita que crezca otra vez lo que se le cortó, pero está más débil. A veces un árbol puede estar deformado o enfermo y una poda bien hecha puede salvarlo. Pero la poda bien hecha es algo muy poco común; casi todo lo que se hace en este país con el nombre de poda corresponde llamarlo atrocidad. En general ningún árbol necesita poda, somos los seres humanos los que podemos tener motivos para podar. Algunos motivos para podar:
-Las hojas tapan desagües; esto pasa a veces con los plátanos. Por eso, antes que se caigan las hojas, alguna gente les corta las “cañas” o estacas, que son ramas finas, poco ramificadas, que son las que tienen hojas (las ramas más antiguas, más gruesas, no tienen hojas). Esta poda, si se hace bien, no es grave. Pero casi siempre se hace mal y por eso los plátanos de las veredas, las estaciones de tren (y de muchas plazas) quedan completamente deformadas con abultamientos que a veces son terroríficos. Es mejor plantar otras especies o poner rejas apropiadas en los desagües, o barrer las hojas.
-Algunas ramas rozan cables o tapan lámparas. Mejor que podar es plantar árboles de especies más chicas o poner cables y las lámparas más abajo. -Algunas ramas están en el camino. -Para que el árbol dé más sombra o forme la copa más abajo. Este es el único motivo para cortar las puntas de muchas ramas. -Hay ramas muertas que pueden caerse y romper, o lastimar. -Árboles torcidos, rotos, o desequilibrados. -Para que le llegue más luz a otras plantas. -Las raíces rompen la vereda (podar raíces de más arriba). No son motivos para podar -Para no barrera la vereda. -Para darle “más fuerza” al árbol (la poda le saca la fuerza). -Porque podado queda más prolijo, o más lindo. Hay que tener algo de artista, entender a los árboles para poder decir eso con fundamentos, y únicamente alguien que sabe podar puede hacerlo bien. Casi siempre lo que pasa es que la persona que dice eso se acostumbró a ver a los árboles cortados, deformados, pintados con cal; siente que “son así y tienen que ser así”, y le molesta ver árboles con sus colores y formas naturales, silvestres, reales. Que aprenda. -Porque sí, porque a los árboles “hay que podarlos”, porque “Como se va a dejar sin podar?”. Es lo mismo que el casi anterior. -Para ganarse unos pesos. -Porque el árbol es “demasiado grande” o “demasiado antiguo”. Demasiado según qué? Por antojo? Por costumbre? -Para que se vea la pared, o la vidriera, o el cartel. En estos casos, si se poda bien no es tan malo. Pero casi siempre se corta “a los cuadrado”.
Un tema relacionado es el de pintar los troncos con cal. Es una costumbre que no sirve para nada, una pérdida de tiempo. Hace que los árboles se parezcan a los edificios. Hay gente que se cree que hay que hacerlo, ese es el único motivo. Las hojas que caen los árboles… ¿Molestia o beneficio? En los bosques, el otoño es impresionante, con las hojas color amarillo, naranja, rosado o violeta. Primero en los árboles, después en el suelo con alfombras que crujen cuando se camina. En las calles, los techos y los jardines una cantidad muy grande de hojas caídas puede tapar desagües y causar otros problemas. Y a muchos no les gustan, les parece que ensucian, que es desprolijo. Por la razón que sea, muchas personas juntan montones de hojas. Por costumbre sin pensarlo mucho, se les prende fuego, o se ponen en bolsas de plástico. La basura (junto con el césped que se cortó). Pero, ¿conviene tener más humo, más basura? Ya hay demasiado de las dos cosas. En el humo hay venenos, el cuerpo nos avisa de esto cuando el humo hace doler los ojos, las gargantas, los pulmones o la cabeza. Los venenos del humo que respiramos y del que absorto por la piel son llevados por la sangre a todo el cuerpo; hacen daño al corazón, los pulmones, el cerebro y otros órganos, en los humanos y en pájaros, insectos benéficos y otros animales. El humo también perjudica a las plantas. Si tiramos las hojas y el pasto con la basura hacemos aumentar la cantidad de basura; eso hace que sea mayor el costo de recolección y tratamiento de la basura, que tenemos que pagar. El problema de qué hacer con la basura es uno de los más difíciles y peligrosos que enfrena la humanidad. Cuando hay mucha basura, siempre una parte aparece en baldíos, esquinas, etc. afeando y amenazando la saludo. Pero las hojas, el pasto cortado y las podaduras, ¿son basura? ¿Sirven? ¿Hay una solución mejor que tirarlas o quemarlas?. La caída de hojas, ramas, flores es una cosa natural. ¿Qué hace la naturaleza con esos desechos? Se van juntando en el suelo, donde se mantienen húmedos. Entonces hongos y microbios digieren estos restos; lombrices, bichos bolita, mil pies y varios insectos inofensivos los comen. Finalmente, de las hojas, las ramas, flores y pedazos de corteza queda solamente una sustancia oscura y esponjosa, limpia, inofensiva, húmeda y con olor agradable llamada “mantillo” que mejora la tierra, hace que las plantas crezcan mejor. Es tan efectivo como el estiércol y la resaca. Y el suelo, cuando está cubierto de hojas y mantillo funciona como una esponja que absorbe el agua de lluvia muy rápido. Esto es de una importancia enorme porque hace que las inundaciones más leves, a veces pueden ser eliminadas. La técnica es muy simple; lo hace todo la naturaleza. Hay que poner las hojas sobre la tierra, o sobre un rincón de un patio. Las lombrices vienen solas. Es bueno poner también el pasto cortado del césped, y las ramas, arbustos. Donde no crece nada. En todos los parques y jardines hay lugares (también hay gente que le resultó muy bien en un rincón de un patio, hasta los balcones en macetas grandes que no usaban, o dejando las hojas unas semanas en bolsas de plástico de los supermercados). Ahí las hojas no molestan; cubren, protegen y mejoran el suelo de un modo natural, como en el bosque. Ese es el destino natural de las hojas, ramas y flores caídas o cortadas en vez de un problema, un beneficio. Martes, 19 de abril de 2011
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