Entrevista de Ricardo Marturet “Todavía hay gente que tiene miedo de hablar, jamás abrió la boca”  Compartimos con nuestros lectores una entrevista realizada por un nieto (Ricardo Marturet) a su abuelo (Mario Alfredo Marturet).
Me encuentro en la calle El Cano del barrio Sargento Cabral de nuestra capital correntina, toco el timbre y me invitan a pasar. Adentro, en un living espacioso con un gran mueble lleno de fotos familiares, un sillón y sillas, está Mario Marturet leyendo el diario como todos los días. Se encuentra sentado en una silla armada especialmente para él, debido a un accidente casero que sufrió en su pierna hace poco tiempo, lo que le impide moverse con facilidad. Don Mario, un hombre robusto, de tez blanca, trabajador de campo y militante político de la democracia cristiana desde joven y hasta la actualidad. Se para y me pide que acerque su silla a la mesa y me invita a tomar asiento para poder comenzar con nuestra charla en la que recordaremos sus andanzas en la política, su juventud y su madurez como personaje político.
-¿Qué te llevó a militar en la política?
“A mí la política me gustó desde siempre, desde que tuve uso de razón, vivía en un hogar donde había mucha discusión entre mis padres por la cuestión de la explotación que los patrones le hacían a mi papá, con quienes él tenía una gran sumisión. Papá leía los diarios de Buenos Aires que llegaban una semana tarde, porque venían en trenes, y comentaba siempre las cosas que sucedían, entonces uno iba viendo y escuchando.
Cuando Perón se hace candidato a presidente en 1946 papá abraza el peronismo como lo abrazamos todos. Luego los enfrentamientos y las irregularidades en el gobierno hacen que mi madre se haga antiperonista, con ella todos, menos papá. Cuando en 1954 se funda el partido Demócrata Cristiano en Rosario, ingreso al en el partido y participo de la formación de la junta departamental de Monte Caseros, ahí arranqué yo siendo político.”
-¿Por qué elegiste el partido Demócrata Cristiano?
“Yo era presidente de un centro de acción católica que se formó en la capilla San Francisco, era un centro dinámico, aparte en casa todos éramos muy católicos. Fuimos influenciados por una gran medida política de la iglesia católica, que después con el tiempo uno se da cuenta que era falsa. Uno llevado por el tema de la iglesia y lo religioso, el gran error ya que la política no tiene nada que ver con la religión. Para el año 1957 la democracia cristiana toma buenas características en Corrientes y así empezamos.”
-Ya dentro del partido, ¿Cómo surgiste para ser candidato a diputado?
“La provincia estaba dividida en 3 secciones, primero la de Capital, segunda la de Goya y tercera la de la costa del Uruguay, ahí estábamos nosotros. Al sortearse los diputados, da que los de nuestra sección duraban solo un año. El partido había sacado uno, que era el señor Speroni de Curuzú Cuatiá, y otro por la segunda sección, Amadeo Videla, que después formo un papel muy importante en mi formación política.
Tiempo después se hace una convención en Mercedes con la presencia de algunos dirigentes importantes del partido y ahí sorpresivamente me eligen como candidato en primer término para reemplazar al diputado que cesaba y que no había querido la reelección, y yo acepté.”
-¿Fueron momentos difíciles la campaña y el mandato?
“No salí de mi reducto porque no tenía medios para hacerlo, entonces hice trabajos ahí en la zona de Monte Caseros y en las colonias, tan así que ganamos las elecciones en Mocoretá y Juan Pujol, después nunca más (ríe). Yo tenía vergüenza, miedo de ser diputado porque no tenía ropa, tan así que estuve a punto de renunciar porque no me sentía con capacidad para venir a la capital a desempeñar un cargo de esa naturaleza. Tuve suerte de tener gente muy buena y muy amiga que me orientó. Asumí el 1 de mayo del 59”
-¿Cuál fue el eje en el que se basó tu carrera como diputado?
“Mi pensamiento central en la política, aparte de muchas cosas, es el tema del uso y tenencia de la tierra, en una legislación que todavía no existe en la Argentina, nuestro país está muy atrasado con respecto a eso y hoy que estoy viejo eso sigue siendo mi obsesión, acá lo que hay que hacer es legislar de otra manera. Cuando vengo como diputado me encuentro que el partido había llevado adelante la reforma agraria, que no es simplemente la división de tierras o repartir la tierra en contra del patrón, tiene un sentido científico. “
-¿En qué consiste y porque es tan criticado el tema de la reforma agraria en la Argentina?
“La reforma agraria es el régimen de uso y tenencia de la tierra, el uso racional no explotación irracional o tener la tierra como bien de renta y no de trabajo, que es lo que ocurre hoy. Es imposible que empresarios, incluso grandes grupos, tengan 500 mil hectáreas o a veces más. La reforma agraria no es la cuestión de dividir un campo porque uno le tiene bronca, tiene que haber un tope para el que más campos pueda tener, y así también debe haber un mínimo.
La reforma impide que la Ley de la Herencia pueda dividir tierras hasta que la última división signifique una unidad económica, donde una familia pueda progresar y que la muerte de los dueños no signifique la subdivisión hasta anular la productividad de la tierra.”
-¿Cómo ves a esos partidos o personajes políticos que realizan alianzas con otros de distinta ideología, por el simple hecho de quedar mejor?
“Es una cuestión que no es fácil de explicar y es difícil de aceptar, pero que es una realidad. La política, así libre como se está hoy, es una mezcla de mentiras, de traiciones, de ocultamientos y de otras cuestiones parecidas, esa es una triste realidad. Hay mucha gente que entra a jugar en la política, a trabajar en política, sin perder su honestidad de persona, pero con la viveza suficiente como para actuar como los demás para poder avanzar.”
“Uno llevado por el tema de la iglesia y lo religioso, el gran error ya que la política no tiene nada que ver con la religión”
-Entonces, uno debe actuar de manera pícara para llegar al poder y ¿después? ¿Seguir igual o volver a ser el que era antes?
“La política es un enredo tremendo y muy difícil. Cada uno se acomoda con respecto a lo que le conviene, el problema es que cuando llegas al poder seas otro, lo que auténticamente sos y lo ejerzas con honestidad y sabiduría. Lo que no hay que ser en política es ingenuo, nosotros los demócratas cristianos de todo el país, y muy especialmente en Corrientes, tenemos ejemplos de ser ingenuos, siempre en las alianzas salimos perdiendo. Los partidos tienen que buscar alianzas para poder seguir viviendo, la política es terrible en ese sentido.”
-La época de la dictadura fue un momento difícil para todos aquellos que ejercían la democracia, ¿cómo pasaste esos tiempos?
“Durante la dictadura vivimos y superamos casi sin darnos cuenta o sin tomar conciencia de la enorme gravedad que había. Acá en Corrientes nos enteramos de cosas que ocurrían cerca de nuestras casas o en los barrios. Uno sabia que ocurrían hechos de esa naturaleza pero lo mantenía en murmullos, incluso todavía hay gente que tiene miedo de hablar, jamás abrió la boca. No terminábamos de tomar conciencia y tampoco salíamos mucho a gritar osino te hacían boleta.
Con los golpes militares comenzó una tarea desgarradora para el país porque estos destruían todo lo que era investigación, exploración, búsqueda de las cosas. Cerradas todas las puertas la juventud no tenía canales, yo he tenido amigos, hoy desaparecidos, con los que peleamos por ese paso de no ir a la violencia que no tenía ni tiene destino.”
-¿Así comenzaste en la Comisión de Derechos Humanos?
“En 1977 cuando comienzan a desaparecer los jóvenes, desaparece Artieda, Marcón, Meza, entre otros que no me acuerdo ahora, empiezo a acercarme a las madres acompañado por un gran amigo Raúl Aguirre. Íbamos a todas las reuniones de las madres que buscaban a sus hijos. Golpeábamos las puertas buscándolos e íbamos a las comisarias siguiéndoles el rastro los chicos.
Es lo que después se llamó Comisión de Derechos Humanos, en pleno período de persecuciones.”
-Con todo lo que hacías, ¿los militares no se pusieron pesados con vos y tu familia?
“En medio de este despelote la presencia de mi hermano Raúl (Cacho) el cura, debe haber jugado un rol importante para que no nos toquen. Era muy querido y franco en sus cosas.
Trabajaba en el diario El Litoral, una institución muy respetada por los militares. Hay una información que él me dio, en una oportunidad él estaba en la lista para que su casa sea allanada y también la mía.
Había un cura contrario a Cacho que trabajaba para los militares en el barrio Laguna Brava y dicen que cuando este se enteró de la lista abogó para que lo saquen a él y a mí también, porque eso lo iba a perjudicar mucho a mi hermano. Entonces este cura que era contrario dentro de la iglesia, fue quien nos salvó.”
-¿A qué se debe que tu hermano era muy cuestionado dentro de la propia iglesia?
“Con anticipación a esto, Raúl formó parte del movimiento llamado Sacerdotes del Tercer Mundo, junto a Belisario Tiscornia, Gustavo Casco, Luis Niella y Luis Babín acá en Corrientes; siendo los únicos que quedaron en la provincia ya que el obispo Francisco Vicentín comenzó a hablar mal de este movimiento.
Raúl era tremendo, decía cosas sin pelos en la lengua y también sufrió traiciones del propio obispo. El daba la misa recorriendo los pasillos hablando directamente con las personas y criticando a todos, a él y a Tiscornia la policía los tenía marcados.
Un día Vicentín lo llama y le dice que se calme porque o sino lo iban a matar, entonces mi hermano con un abogado hace la denuncia que está amenazado y lo pone como testigo a monseñor Vicentín. Con esto el obispo se enfurece y en la Semana Santa de 1971 lo excomulga y los suspende a divinis (para siempre, excepto que pida perdón) a los otros cuatro.”
-A nivel nacional era un movimiento que criticaba mucho la política y hablaba de los problemas sociales, ¿Qué postura tomaron los sacerdotes en Corrientes?
“Los curas correntinos toman distancia del movimiento nacional cuando este se hace peronista, después el tiempo le dio la razón. Porque ellos decían que el movimiento no debía ser libre de la política pero si de los partidos políticos, debían ser independientes aunque coincidan con la ideología.
Rubén Dri, que ya no es más cura porque también fue exonerado, mientras estaba en Resistencia fue uno de los únicos que manifestó su adhesión a los curas correntinos excomulgados.”
-Luego de estos acontecimientos, ¿Cómo siguió la vida de cada uno de ellos?
“Ni ella vuelve a la iglesia, seguramente pide perdón y dice que está arrepentido de lo que hizo, vuelve a ejercer en el ministerio sacerdotal, pero en la diócesis de Goya. Después el único que no se caso fue Raúl, Tiscornia, Casco y Babín están casados. Cacho y Tiscornia son los únicos muertos.”
“No terminábamos de tomar conciencia y tampoco salíamos mucho a gritar o sino te hacían boleta.”
Viernes, 15 de abril de 2011
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