No todo es lo que parece, Karina Toda la verdad detrás de la repentina fortuna del novio de Jelinek No todo lo que brilla es oro, dice el refrán, y quizás Karina Jelinek debería tenerlo en cuenta ya que la ex novia de su futuro marido lo mandó al frente sobre el repentino cambio de vida del supuesto empresario inmobiliario.
Jelinek presentó a su prometido, Leonardo Fariña, de 24 años, como un empresario financiero y del negocio inmobiliario con quien se casaría el 28 de abril próximo. Tal parece que la modelo encontró a su príncipe azul, el mismo que le regaló un collar de tres millones de dólares, aunque nunca pasó a retirarlo de la tienda, y que le propuso casamiento en Cancún con un anillo de la joyería Tifannys. Pero la modelo Luciana Varacalli, ex novia del empresario, conoció a un Fariña muy distinto: "En Chankanab no tomaba Dom Perignon, como toma ahora. Conmigo tomaba Federico de Alvear, o a lo sumo Chandon", recordó la modelo sobre la elección del champagne que podía permitirse el novio de Jelinek cuando iba a bailar a un boliche de la localidad bonaerense de San Martín.
Pero el cambio en la marca del champagne no es el gran indicador de la repentina buena fortuna de Fariña, según la revista Pronto. Antes de conocer a Jelinek, el joven estudiaba para Contador Público, vivía en la casa de sus padres, en La Plata, y viajaba todas las mañanas en colectivo para ir a clases.
El gran logro de Fariña hasta ese momento había sido lograr comprar un Peugeot 206 financiado por una concesionaria, e irse a pasar las vacaciones a Punta del Este con Varacalli, donde empezó a trazar los planes que, por como se dieron las cosas, parecería que va a concretar con Jelinek.
"Con Leonardo nos comprometimos el 6 de enero en Punta del Este, a donde habíamos ido de vacaciones, y estuvimos juntos hasta el día de los enamorados, el 14 de febrero, por lo que es mentira que empezó a salir con Jelinek a fines de enero", comentó Varacalli.
Ostentoso, caballero y sobre todo amante del perfil alto, Fariña conquistó a Karina con regalos caros y viajes en jet privado a Miami y Cancún, además de paseos en una Ferrari alquilada por dos mil dólares diarios, pero ese no sería su verdadero tren de vida.
"Era un pibe normal que llevaba un ritmo de vida normal. A mí me hizo regalos, pero ninguno de miles de dólares, ni mucho menos. La verdad, no sé de dónde habrá sacado la plata que dice tener ahora. Ni siquiera sé si es de él", desbordó Varacalli, lo que prueba que no hay nada más peligroso que una ex novia despechada.
"Estábamos bien juntos y planificando nuestra boda. En ese momento, me salió una campaña de 15 días en México, entonces me vine al DF, pero a los pocos días me enteré a través de la revista de que Leonardo estaba de novio con esta chica. No lo podía creer. La verdad que lo que me hizo es de poco hombre", subrayó.
Sin embargo, hace unos meses ya se vislumbraba el cambio de estilo en Fariña: "Mientras salíamos juntos estuvo un mes viviendo en el hotel Faena. Pero me dijo que estaba alojado por negocios y que el diario por el alojamiento se lo pagaba la gente para la que trabajaba", contó Varacalli.
Entonces, en caso de tener la fortuna que ostenta, ¿cómo logró el ascenso meteórico de sus finanzas el futuro marido de Jelinek?Jueves, 14 de abril de 2011
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