Memoria y balance Mercosur: 20 actores reflexionan sobre los primeros 20 años Reflexionar, hacer balances, profundizar los vínculos, pensar estrategias de consolidación de cara a las próximas décadas. Los 20 años de la firma del Tratado de Asunción se presenta como un momento significativo para informar y comunicar los logros y desafíos del bloque regional. La insuficiente y sesgada información con que la ciudadanía cuenta sobre el proceso ha producido desconfianza y desconocimiento sobre los avances generados en estos años. Muy habitualmente, al Mercosur se lo ha evaluado por los resultados de la balanza comercial, los conflictos sectoriales, la situación macroeconómica o los resultados de las Cumbres Presidenciales. Pero es necesario que el balance también incorpore los logros y desafíos alcanzados en los aspectos políticos, democráticos, institucionales, productivos, educativos, culturales y sociales. Una visión en perspectiva que debe contemplar las diferentes etapas que atravesó el proceso de integración. Sin duda, los próximos años serán aún más exigentes para el proyecto regional: se deberán mostrar mayores resultados, bajo el entendido que el Mercosur se encuentra en la construcción de un camino común entre países con enormes cuentas pendientes, pero también con grandes posibilidades de afrontar los desafíos de un cambiante escenario internacional.
En esta etapa existen nuevos desafíos, como la profundización de acuerdos en temáticas “nuevas”; un mayor involucramiento de la sociedad civil con canales institucionales adecuados; el protagonismo de los gobiernos locales en la toma de decisiones sobre temáticas de su incumbencia; una política comunicacional del bloque regional para mostrar sus resultados y potencialidades; la conformación de fondos para proyectos regionales; y especialmente trabajar contemplando menores tiempos para la ejecución de los decisiones comunitarias bajo una nueva dinámica institucional global; todo ello basado en el pleno compromiso político de los socios.
La Iniciativa para la Cooperación Internacional, el Desarrollo y la Integración Regional (INCIDIR) ha consultado a 20 protagonistas de estos 20 años de Mercosur para que aporten su propio balance sobre la marcha del proceso de integración. Argentinos, brasileños, paraguayos, uruguayos; economistas, arquitectos, políticos, líderes sindicales, agricultores, este informe reúne de referentes de diversos sectores de actividad de los países fundadores que, desde una mirada innovadora nos cuentan su visión de lo que ha significado para ellos, para sus instituciones, para sus países, para el mismo Mercosur y hasta para sus vidas estas dos décadas de integración regional.
1 Carlos “Chacho” Álvarez, Ex Vicepresidente de la República Argentina. Ex Presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR. En la actualidad, Director del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (CEPES). Los proyectos de integración no son lineales sino conflictivos y atraviesan distintas etapas que nos encontramos en la construcción de un camino común entre países con enormes cuentas pendientes, pero también con grandes posibilidades de afrontar los desafíos de un cambiante escenario internacional. Hoy, al celebrase el vigésimo aniversario del Tratado de Asunción, es necesario seguir profundizando algunos conceptos e ideas: ¿por qué es importante ser un bloque conjunto de intereses, una comunidad de valores, un proyecto común a futuro? ¿Con qué objetivos?
Mi respuesta es que principalmente, nos necesitamos para afrontar más fortalecidos los desafíos que tiene un mundo tan desigual, un capitalismo tan extremo, un mundo que discrimina en contra de la periferia, de los sectores más vulnerables y a favor de los segmentos que concentran mayor poder político, militar y económico.
En el balance, el resultado es muy positivo. Más allá de la importancia del Mercosur como actor político, el horizonte debe ser llegar a discutir modelos de desarrollo que sean complementarios en ámbitos como infraestructura, energía, producción, y en la dimensión social. Uno de los grandes riesgos en el camino de la integración que propone el Mercosur es que la región no quede como un foro de discusión y debates. Hay demasiada retórica en nuestro continente, retórica ideológica que no contribuye al proceso de unidad más profundo ni a la construcción de una institucionalidad. De cara al futuro, hace falta una política de logros concretos y visibles, pero también y fundamentalmente de buena comunicación sobre lo que ya se ha hecho.
2 Mariano Arana, Ex Intendente de Montevideo. Ex Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay. Como integrante del Plenario Nacional de mi fuerza política, el Frente Amplio, apoyé con plena convicción y esperanzado optimismo, la constitución de este importante instrumento que es el Mercosur. Vale la pena subrayar el hecho que en 1995, a sólo cuatro años del referido tratado, un puñado de importantes ciudades acordara la creación de la red de Mercociudades cuya misma designación reveló, inequívocamente, la vocación integradora de sus respectivos gobernantes.
Quizás, por el hecho que intendencias, alcaldías y prefecturas, en tanto gobiernos “de cercanía”, pudieron pulsar e interpretar el sentimiento explícito o soterrado de una común inspiración. Es de desear que ese mismo espíritu plural, confluyente y de compromiso estratégico, posibilite a la brevedad plasmar el desafío aún pendiente de una plena integración y complementación regional.
3 Ricardo Aronskind, Economista de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Plan Fenix, Argentina.
El Mercosur nació en un momento internacional signado por el auge del neoliberalismo y de la primacía de los negocios sobre cualquier tipo de criterio político o social diferente. Sin duda, eso impregnó la construcción de un proyecto que -desde una perspectiva de largo plazo- es un instrumento fundamental para el desarrollo y la autonomía de América Latina. El esfuerzo actual debería consistir en ponerlo a tono con una nueva época, de grandes desafíos económicos globales, pero con una clara primacía de los objetivos políticos sobre las presiones retardatarias de los lobbies sectoriales.
4 Delia Bisutti, Diputada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, Políticas de Empleo y MERCOSUR.
El Mercosur nació como una rebeldía organizada ante el empuje unipolar y hegemónico de la globalización. Pasó por distintas etapas visualizadas como de avances y estancamientos. Me interesa resaltar el camino recorrido en los últimos años. Bajo el liderazgo de Kirchner y Lula se inició un camino de integración que en la actualidad constituye una sólida base del desarrollo de iniciativas de cooperación y articulación en áreas comerciales, productivas, sociales, educativas, culturales, ambientales, de derechos humanos, destacándose el avance en materia de unión aduanera.
El Mercosur está vigente y vital. El clima entre sus socios es halagüeño y han enfrentado exitosamente el desafío de la crisis internacional. Un desafío pendiente del Mercosur es profundizar los Foros de Legisladores Regionales y Locales como órgano interlocutor del Parlamento del Mercosur y constituir el mismo a partir del voto de los ciudadanos de cada uno de nuestros países.
5 Lincoln Bizzozero, Investigador del Programa de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República en Uruguay. Fue delegado de Uruguay en el Sector Educativo del Mercosur.
El Mercosur ha tenido distintas apuestas en sus veinte años, producto de sus diferentes etapas y de su grado de evolución. Durante ese recorrido se plantearon diversos debates en los países y algunos se exteriorizaron y concretaron a nivel regional. La cuestión es que todo eso fluyó en el proceso regional y es parte del patrimonio regional. En cierta manera los debates sobre la vitalidad o no del proceso, sobre los posibles desvíos de comercio, sobre la dilucidación del Mercosur en un acuerdo de libre comercio continental, sobre la eventualidad de un proceso incompleto, sobre la politización del Mercosur, sobre la lentitud y dificultades en la incorporación de normas, son parte sustantiva de un proceso que en cierta forma es único.
No hay que olvidar en todo este recorrido el contexto en el cual surgió el Mercosur en los años noventa que completó un ciclo al final de la década y el contexto en el cual pudo redefinirse y relanzarse el Mercosur a partir del año 2003-2004. El Mercosur actual retoma el recorrido de la década de los noventa, pero ha redefinido su agenda desde la región otorgando prioridad a los temas de integración productiva, sociales y de cooperación regional.
6 María Elena Chieno, Diputada Nacional por la Provincia de Corrientes, Argentina
La actividad de los Parlamentos nacionales de los Estados miembros del Mercosur constituye un eslabón fundamental del proceso de integración atento que la misma posibilita el cumplimiento de los compromisos asumidos por las partes a través de la incorporación al ordenamiento jurídico interno de toda aquella normativa emanada de los órganos que conforman la estructura institucional del bloque.
A 20 años del Tratado de Asunción que diera origen al Mercosur, destacamos la gran relevancia del rol de los legisladores nacionales y la responsabilidad de los parlamentarios que nos representan en el Parlamento del Mercosur que, como órgano representativo de los intereses de los ciudadanos de los Estados parte del bloque, contribuye a la democracia y a dotar de legitimidad social al proceso de integración regional. Resta que en todos los Estados parte se pueda elegir directamente a los representantes del Parlamento del Mercosur.
7 Sergio Echebarrena, Presidente de la Cámara Argentina de Proveedores de la Industria Petro Energética (CAPIPE) No hay motivos para pensar que la integración es un destino inevitable, ni que los actuales ‘paradigmas’ políticos y económicos regionales no serán reemplazados nuevamente por otros contrarios en el futuro. Aún, las acciones concretas hacia la integración corren demasiado atrás de los discursos y las intenciones políticas; no es para asombrarse, ya que esto ocurre en proporciones diferentes en cada uno de los miembros del bloque.
Seguimos observando demasiada distancia entre la realidad regional y la percepción popular del proceso de integración. El futuro como interrogante, y no como puerto seguro, las dificultades, no deben desalentar ni opacar los éxitos evidentes de los últimos años; por el contrario, son un llamado a profundizar, a corregir, a perfeccionar cada política nacional dedicada a minimizar las asimetrías internas, a integrar los espacios nacionales e incluir a todos, a desarrollar economías complejas, diversas, dinámicas, que nos alejen de la concentración económica, de la especialización en bienes primarios y, por lo tanto, del subdesarrollo y la miseria.
8 Eduardo Leonel Galantini, Intendente Municipal de Monte Caseros y ex Vicegobernador de la Provincia de Corrientes, Argentina
Convencido que desarrollo y territorio ya no tienen su único punto de encuentro en la esfera nacional, hacia 1995, un grupo de ciudades del Mercosur reclamaron a las autoridades centrales una participación más activa en la estructura institucional del Mercosur. Nuestro sistema de integración puede también ser prueba de una necesaria coordinación entre múltiples actores, niveles e intereses. Por ello, conmemorar los veinte años del Tratado de Asunción es conmemorar igualmente la posibilidad que los actores subnacionales, en general, y los municipios, en particular, cuenten con una verdadera instancia representativa de sus intereses a través del Foro Consultivo de Ciudades y Regiones del bloque.
Potenciar y fortalecer la participación de las unidades subnacionales en la integración regional es generar una integración menos asimétrica y más dinámica que propenda al pluralismo y a la inclusión.
9 Guillermo Gonsalves, Asesor en políticas de desarrollo rural. Ex integrante de la delegación gubernamental de Uruguay a la REAF Todo proceso de integración es lento, no es lineal, donde el común denominador en estos 20 años de vida fue la solución de controversias por encima de la construcción de políticas. La REAF (Reunión Especializada de Agricultura Familiar) nace el 25 de junio del 2004 como espacio de diálogo político entre gobiernos y organizaciones con el objetivo de diseñar políticas públicas diferenciales para la Agricultura Familiar y facilitación de comercio de sus productos a nivel nacional y regional. Por primera vez en la historia se reconoce a este sector por su importancia en las economías nacionales ya que representan 4,9 millones de establecimientos familiares, o sea el 83 % de los establecimientos agropecuarios.
La REAF es una ventana, dentro de la diversidad de ventanas que buscan fortalecer nuestra integración; por eso hay que cuidarla, alimentarla, fortalecerla incorporando al proceso de construcción de políticas de integración a los productores, campesinos, indígenas, asalariados rurales, junto a sus organizaciones. Buscar construir políticas que busquen levantar las limitantes estructurales que hoy sufre el sector. Veinte años del Mercosur es muy poco tiempo en la historia de los pueblos; pero sin duda que la vocación integracionista sembrada en nuestros procesos libertadores, donde se soñaba con una América Latina unida, una patria grande hay que seguirlos defendiendo y profundizando.
10 Leonardo Granato, Doctorando en Economía Política Internacional, Universidad Federal de Rio de Janeiro
Desde 2003 una nutrida e ininterrumpida agenda bilateral se encamina a consolidar una verdadera asociación estratégica entre Argentina y Brasil; asociación que se transformó en el “motor” del Mercosur inicial y que, a 20 años del Tratado de Asunción que le diera origen, logró recuperar la esencia política del proceso de integración iniciado en la década de los ochenta. Los presidentes Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva demostraron una significativa convergencia de valores y objetivos de sus gobiernos entre los cuales se destacaba la prioridad otorgada al Mercosur a través de la profundización de su agenda. Actualmente, las presidentas Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff asumen el desafío de renovar ese compromiso de profundizar y expandir el Mercosur favoreciendo un crecimiento y desarrollo armonioso en la sub-región, y proyectándolo como parte integrante de un proceso más amplio de integración sudamericana.
11 Carlos Heller, Diputado Nacional, Miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la República Argentina
No podemos más que saludar estos 20 años de Mercosur, no solamente por lo que significan en sí, y el rol central que tiene y tuvo en la definición del rol de la Argentina en el mundo, sino también porque significó la piedra basal de la integración sudamericana, sin el cual hoy no podríamos estar avanzando en iniciativas como Unasur. Los pueblos de los países mercosureños dieron también una importante lección, de cómo es posible reconvertir y redireccionar nuestros destinos. Si el Mercosur tuvo como marca de nacimiento el contexto de los noventa en donde la casi exclusiva matriz de pensamiento era la liberalización de los mercados, hoy el Mercosur ha avanzado mucho, mucho más lejos, constituyéndose en el eje de la integración y la paz en América del Sur.
12 Renata Boulos y Patricia Laczynski, INCIDE (Instituto de Cooperación Internacional para el Desarrollo), Brasil Veinte años después de la firma del Tratado de Asunción, vemos que el Mercosur creció no apenas económicamente sino que social y políticamente, fortaleciendo su estructura institucional. Los desafíos, como la creación de un área de libre comercio, existen y son enormes, sin embargo las conquistas son importantes y visibles. Actualmente, creemos que el Mercosur es visto y reconocido internacionalmente como una potencia regional, y ya inspira una percepción de identidad que viene siendo construida no apenas por los gobernantes, sino que por los ciudadanos y las ciudadanas sudamericanos.
La participación de grupos de la sociedad civil, autoridades locales y jóvenes por ejemplo, nos van demostrando esta nueva cara de Sudamérica. Las asimetrías existen si, pues la diferencia entre los países son notables. Y no apenas en términos económicos, sino que también son culturales. Pero sabemos que el Mercosur es capaz de abarcar todas estas identidades culturales. Existen -en el sentido de extinguir las desigualdades- esfuerzos para disminuir la brecha social, como el FOCEM por ejemplo, posibilitando la creación de mecanismos de redistribución de recursos entre los países para que las grandes diferencias sociales y económicas puedan ser disminuidas; esto es un claro avance del bloque.
Deseamos y creemos que en los próximos años continuaremos, en calidad de mercosureños, avanzando en el sentido de fortalecer la integración, consolidando el Parlamento del Mercosur, y creando una Sudamérica más plural, inclusiva y menos desigual, donde todas las Américas del Sur sean contenidas.
13 Marcio Lacerda, Prefeito de Belo Horizonte (Brasil) y Secretario Ejecutivo de Mercociudades
En los últimos años, en un mundo que es esencialmente urbano, el bloque ha intentado ir más allá de los objetivos de negocios y ha ampliado los objetivos de la integración, incluidas las cuestiones sociales y culturales comunes a las sociedades que representa. En el Mercosur se ha intentado promover el proceso de integración de un modo realista y flexible, para que este se cumpla y se adapte a las diversas realidades de los cuatro países que lo constituyen, y por eso, se preocupa por corregir las asimetrías entre los países miembros.
El bloque está experimentando una nueva etapa de construcción. Las ciudades del Mercosur, unidas a través de la red de Mercociudades también han adquirido un papel destacado en estos 20 años del bloque, en el que la red incrementó sus ciudades miembros de 12 a más de 200. La cooperación entre las ciudades que forman parte de la Red busca construir políticas comunes y prácticas que contribuyan a enfrentar y superar los principales problemas contemporáneos de las ciudades. El Mercosur, a sus 20 años, es un bloque joven con un futuro prometedor. Su futuro será mejor a medida que más ciudades estén involucradas como actores en el proceso de integración.
14 Vanessa Marx, Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y Posdoctoranda en Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) El proceso de integración del Mercosur, que tuvo su marco inicial con la firma del Tratado de Asunción en 1991, ha representado un avance para el continente latinoamericano y para sus pueblos. La formación del bloque de países del Cono Sur, aunque en un primer momento haya priorizado la zona de libre comercio y la tarifa externa común, tuvo el objetivo de promover la unión de los Estados y la libre circulación de sus ciudadanos.
Importantes iniciativas fueron creadas en estos veinte años de existencia y podemos destacar dos de ellas: la creación de la red de Mercociudades y la Agenda Social do Mercosur. Ambas iniciativas buscaron una mayor democratización del proceso de integración regional. La actuación de los entes subnacionales y de los ciudadanos para la construcción de un modelo de integración que considere el social son factores de gran importancia para la creación de una verdadera ciudadanía comunitaria.
Creemos que, pasada la década del neoliberalismo y con el surgimiento de un nuevo contexto geopolítico en América Latina en los últimos años, el Mercosur podría avanzar más en políticas sociales que refuercen la integración y la cooperación entre los países y sus ciudadanos. No podemos desconsiderar los avances del proceso desde su creación, pero resaltamos la necesidad de coordinar sus políticas con las de otros procesos de regionalización que han sido creados en el contexto latinoamericano e innovar en políticas para una mayor democratización e institucionalidad del bloque.
15 Gabriela Michetti, Diputada Nacional, Presidenta de la Comisión de Mercosur de la Cámara de Diputados de la República Argentina Mirar al Mercosur a 20 años de la firma del tratado de Asunción es reconocer el más profundo camino de integración recorrido por los países del Cono Sur. Los procesos que han marcado la historia se han sedimentado a través del tiempo y la constancia del intercambio y el diálogo. Estos 20 años de constantes intercambios, diálogos y acuerdos, dentro del Mercosur, nos permiten augurar el bienestar compartido de una región que acrecienta sus lazos de confianza, promueve el desarrollo económico y se inserta en el contexto internacional con el acervo de su cultura.
16 Nahuel Oddone, Investigador del Centro Studi di Politica Internazionale (CeSPI)
Durante 20 años el Mercosur ha transitado un camino propio, como sucede con cada proceso social de integración. El Mercosur es, al mismo tiempo, la selección de una estrategia que es una construcción y un aprendizaje continuo para todos. Su evolución durante los últimos años ha sido fuente de convivencia social y garantía democrática.
Un Mercosur de cara a las personas debe generar un sistema de garantías y lealtades dentro de su entramado institucional como en relación con sus ciudadanos, respetar la representatividad de los diferentes actores, las vinculaciones multinivel y estimular el desarrollo de nuevas tecnologías que fundamenten, de manera sistemática, la creencia que la integración regional sudamericana es la mayor garantía social para la inclusión y el desarrollo con equidad.
17 Carlos Raimundi, Ex Presidente de la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur y ex Parlamentario del Mercosur El 26 de marzo se cumplen 20 años del Tratado de Asunción, pero la idea de la integración data del propio proceso emancipatorio de comienzos del siglo XIX. A partir de allí, fue atravesando momentos de avance y retroceso, al compás de los avances y retrocesos de los proyectos populares, y su alternancia con las recurrentes restauraciones oligárquicas en la región. Los 20 años del Mercosur no escapan a esa lógica. Pensado en los ochenta como un modelo de integración política, social y cultural, con lo económico como herramienta, se termina plasmando en los noventa -plena vigencia del Consenso de Washington- la apertura indiscriminada pregonada por el neoliberalismo.
La etapa actual debe afianzar una integración basada en sólidos acuerdos políticos, como marco de resolución de los problemas comerciales. Estos, lejos de constituir una debilidad, son señal de que nuestros países recuperan el valor de las políticas públicas y el desarrollo industrial. Con el marco político ampliado de Unasur, el Mercosur debe fijar posiciones comunes y sólidas en todos los foros multilaterales que confirmen esta recuperación del rol activo del Estado, la diversificación productiva y la inclusión social.
18 Rafael Reis, Secretario de Relaciones Institucionales y Comunicación Social del Parlamento del Mercosur Los 20 años del Mercosur significan el inicio de nuestra segunda independencia como países latinoamericanos. Uno de los pocos proyectos de integración regional de América Latina y Caribe que vienen funcionando con bases sólidas en la soberanía regional, la independencia energética, alimentaria y en busca de una independencia tecnológica, que sólo a través de la unión de los pueblos será posible.
Debemos tener orgullo de que nuestros 20 años de integración no son solamente basados en puro comercio de trasfondo neoliberal, sino también en una fuerte solidaridad y sinnúmeros de acuerdos en el área social (educación, inmigración, salud, cultura, seguridad, etc.). Somos ejemplo para otros pueblos, donde sus gobernantes se rindieron a una antigua dependencia centro-periferia, mientras que aquí nuestro rumbo continuará siendo la profundización de las relaciones en la región. Nuestro rumbo debe y continuará siendo el sur.
19 Enrique Riera Escudero, Ex Intendente de Asunción, Paraguay En el imaginario popular, el Mercosur está lejos de ser un motivo de sano orgullo o de modelo de equidad, pues se lo ve como una asimétrica relación de dos países pequeños dominados por dos gigantes cuyos pasos –al igual que el de los elefantes- aparecen como llevándolo todo por delante. No hemos podido o no hemos sabido como transmitir las bondades del Mercosur al ciudadano común. La falta de una estrategia de comunicación acertada o la falta de resultados concretos para la pequeña economía familiar ha jugado en contra del sentimiento positivo del Mercosur.
Parece como que las grandes cifras de importaciones y exportaciones dentro del bloque, que periódicamente se anuncian en los grandes encuentros internacionales, no son comprendidos por el ciudadano de a pie, que sufre nuestra integración cuando espera horas en las Aduanas de nuestros países o su cargamento de tomates es detenido por las autoridades en la frontera. Necesitamos de políticas públicas de integración que beneficien a la gente para revalorizar el Mercosur, para incorporarlo al sentimiento de la gente, para que se lo sienta cerca, útil, dentro de cada uno, para lo cual, se debe trabajar con las autoridades locales transfiriendo o compartiendo competencias en temas que afectan diariamente a los ciudadanos. Finalmente, aun con sus imperfecciones, con sus avances y retrocesos, el Mercosur es necesario, ha sido beneficioso y debemos seguir avanzado por el camino a la integración de nuestros países y ciudades con fe, sin prisas y sin pausas, pensando siempre en las próximas generaciones y no solo en las próximas elecciones.
20 Jorge Rodríguez, Coordinador de la Secretaría Técnica Permanente de Mercociudades, Montevideo, Uruguay Las ciudades y sus territorios, espacios privilegiados de proximidad entre los ciudadanos, las ciudadanas y sus autoridades locales, han sido y son activos promotores de una integración regional con rostro humano. Las ciudades agrupadas en Mercociudades desarrollan actividades, desde la gestión de sus políticas públicas locales, en forma participativa y articulada con otros actores sociales, para construir un Mercosur que además de lo comercial, avance en la integración cultural, productiva y social desde un conocimiento de la rica diversidad regional.
El Mercosur, es la más consolidada de las iniciativas de integración de los pueblos del sur en la historia, con el convencimiento que es un proceso irreversible, perfectible y ampliamente positivo para sus ciudadanos y ciudadanas. Veinte años de crecer juntos, con avances y retrocesos, con luces y sombras, pero con la inspiración y aspiración de una vida mejor para todos y todas. Es momento de celebrar y reconocer los avances del Mercosur en sus dos décadas de vida. Al tiempo nos encuentra a las ciudades, cada vez más comprometidas en la construcción de una “ciudadanía regional”, que solo se constituye si da acceso al disfrute de los derechos políticos, económicos, culturales y sociales de sus ciudadanos. Mercociudades contribuye un sostén fundamental de ella, la edificación de una comunidad de valores compartidos, sostenida en el reconocimiento de la equidad en la diversidad. Por ello, 20 años significan un pasado común, que nos proyecta a un futuro mejor.
Mayki Gorosito y Rafael Alvariza, Iniciativa para la Cooperación Internacional, el Desarrollo y la Integración Regional (INCIDIR), especial para el Boletín Somos Mercosur Lunes, 4 de abril de 2011
|