Lindsay Lohan pasó la peor humillación de su vida. La actriz apareció en la fiesta privada que ofrecían Madonna y Demi Moore luego de la gala de los premios Oscar pero fue rechazada en la puerta. “Tenés prohibida la entrada”, le dijeron.

Según publicó el diario Daily Mail, la “reina del pop” y la recordada actriz de “Striptease” ofrecieron una fiesta en una lujosa casa de Beverly Hills. Varias estrellas de Hollywood tenían entrada libre al encuentro, pero existía una “lista negra”.