Curuzú Cuatiá Tres delincuentes asesinaron al dueño de una carpintería Tres delincuentes asesinaron de un balazo en el rostro al dueño de una carpintería de Curuzú Cuatiá, a quien mantuvieron privado de la libertad junto a su esposa y a dos peones, en una chacra situada a unos 15 kilómetros de esa ciudad del interior de Corrientes.
Si bien el crimen habría ocurrido en una presunta ocasión con fines de robo, los investigadores no descartan otras hipótesis porque los homicidas huyeron del lugar sin llevarse un solo peso y tampoco los objetos de costoso valor que había en el lugar.
El hecho comenzó el domingo a la madrugada, cuando la banda de malvivientes irrumpió en la propiedad de Francisco Argüello (65), en el paraje La Cañada de la Primera Sección Rural, cerca de la Ruta Provincial 126, camino a Paso de los Libres. Allí amenazaron a un empleado del comerciante y lo tuvieron encerrado, atado de pies y manos, en una pieza, según los datos con los que cuenta la Policía. Ya de día, llegó un peón, amigo del otro trabajador, y también corrió igual suerte.
Con la seguridad de que al mediodía o quizá un poco antes llegaría el dueño de la chacra junto a su esposa, como lo hacían habitualmente los días domingo, los malhechores aguardaron hasta que efectivamente aparecieron esas personas, a eso de las 11.
Argüello y Zulma González (43) llegaron en un automotor y apenas descendieron fueron tomados por sorpresa. A los dos los llevaron adentro de la vivienda y con precintos plásticos fueron inmovilizados en la habitación principal.
De acuerdo a los datos recabados por época de fuentes ligadas a la pesquisa, el presunto móvil del asalto era el de obtener “una abultada cifra de dinero” que le pedían a las víctimas y que ellas no poseerían.
Basados en el testimonio de la mujer, su marido, cuyo oficio es el de carpintero, habría llegado a darles las llaves de su vehículo y también las de su casa en la ciudad, para que se llevaran todo lo que quisieran y no les hicieran daño. Sin embargo, uno de los autores del atraco, quien parecía ser el cabecilla, le apuntó con un arma de fuego desde corta distancia y le efectuó un disparo en la cara, que le causó la muerte prácticamente en el acto.
Los tres sujetos, quienes en todo momento se mostraron a cara descubierta, decidieron escapar, dejando encerrados e inmovilizados a los dos peones y González. Nadie vio u oyó que usaran un vehículo para llegar e irse.
Cuando estas personas lograron zafar a las 16 de las ataduras, contaron a la fuerza de seguridad, no dudaron en pedir ayuda. Al escenario del crimen acudieron efectivos de la comisaría Primera, de la Policía Rural e Islas y las autoridades de la Unidad Regional III, con los peritos y el médico forense.
Ayer, efectivos que trabajan en la investigación le dijeron a este diario que de la chacra al parecer no se registró la faltante de ningún elemento de valor, como tampoco del dinero que Argüello llevaba consigo. “Por ejemplo había una computadora portátil, una cámara digital, efectivo y otras pertenencias, además del vehículo”.
En el afán por esclarecer el asesinato fueron alertados policías de las ciudades vecinas, como ser Libres, Monte Caseros e incluso desde capital viajaron, para sumarse a la búsqueda de los homicidas, integrantes de la Dirección de Investigación Criminal y de la Dirección de Investigaciones de Delitos Complejos. La causa fue caratulada como “homicidio y privación ilegítima de la libertad”.
Dudas . Que los delincuentes no hayan concretado el robo de ningún objeto provocó que alrededor del caso haya otras teorías y dudas referidas al presunto móvil del crimen. La mujer de Argüello comentó a los policías que no cuentan con mucho dinero y tampoco realizaron alguna operación comercial que llevara a los maleantes a pedirles “la plata”. Hay algo muy claro. La banda sabía sobre los movimientos y hábitos del hombre, información que pudieron obtener de seguimientos o de alguna persona de su entorno.Martes, 1 de febrero de 2011
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