18 de febrero Miércoles de Ceniza: Hoy comienza la cuaresma La Iglesia celebra hoy el miércoles de ceniza, con el cual comienza el tiempo litúrgico de Cuaresma, tiempo de penitencia y de conversión del corazón.
Hoy la Iglesia celebra el Miércoles de Ceniza y el inicio de la Cuaresma. La Cuaresma representa, en el Año litúrgico, el ciclo de preparación para celebrar el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
El Papa Francisco ha señalado que “la conversión del corazón” es la principal labor que un cristiano debe afrontar durante la Cuaresma. Emprendemos un camino que durante cuarenta días nos llevará a salir de nosotros mismos para encontrarnos con los demás y finalmente con Cristo, muerto y resucitado por nuestra salvación. Este es el verdadero sentido de la oración, el ayuno y la limosna que todo católico debe practicar en estos días.
Para iniciar este tiempo litúrgico, en este día se observa el ayuno, que consiste en hacer una sola comida fuerte al día, y la abstinencia de carne. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años de edad.
El ayuno y la abstinencia son parte del espíritu de penitencia con el que los católicos se preparan para el Triduo Pascual. La Iglesia quiere ser fiel al mandato del Señor, que indicó que “vendrán días en que les será arrebatado el esposo y entonces ayunarán” (Mt, 9, 15).
Imposición de la ceniza
Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Eran salpicados de cenizas y se vestían de sayal hasta el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua.
Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, al cristiano se le impone una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice: “Conviértete y cree en el Evangelio”. De esta forma se manifiesta que la Cuaresma es, principalmente, un camino de conversión.
¿Por qué cumplir con el ayuno y la abstinencia?
Hoy en día hay voces, dentro incluso de la propia Iglesia, que cuestionan la importancia de la norma de la abstinencia de carne, cuando no comer este alimento puede no suponer un sacrificio para muchas personas. La penitencia debería ser una cuestión personal, adaptada a cada uno de los fieles, sostienen algunos.
En el canon 1249, recogido en el Código de Derecho Canónico, se afirma que estas normas unen a los fieles: “Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia.”
Estas son las prácticas de penitencia que indica el derecho canónico:
Canon 1251: Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Canon 1252: La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.
Fuente:infovaticana.com
Miércoles, 18 de febrero de 2015
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