Galería de Imágenes Santa Misa en honor a la Virgen de Itatí En la Estación del Este, lugar donde se encuentra emplazada la Virgen de Itatí se celebró en la tarde de hoy, miércoles 9 de julio una misa en su honor.
A las 15 horas fieles y devotos de la patrona de los correntinos, se hicieron presente en la Estación de Este para venerarla en su día.
El martes 8 de julio, finalizó la novela de la Virgen de Itatí y en la tarde de hoy miércoles 9, se celebró la Santa Misa en su honor.
PATRONA DE CORRIENTES
La imagen de Nuestra Señora de Itatí, “la Reina de la Civilización en la cuenca del Plata”, es una de las imágenes marianas más celebres y antiguas de la República Argentina. Su santuario data de los comienzos de la época colonial. Se levanta en el pueblo de Itatí. A orillas del Alto Paraná y a 70 km. de la ciudad de Corrientes.
El culto de la Virgen de Itatí ha sido ininterrumpido desde 1616.
En 1528, Sebastián Gaboto, explorando el Alto Paraná, desembarcó en un puerto al que dio el nombre de Santa Ana.
Allí cerca se levantaba un caserío llamado Casas da Yaguarón, nombre del cacique del distrito.
Algunos de los miembros de la expedición exploraron la Laguna Iberá , a la que denominaron también Santa Ana .
La gloriosa madre de la Virgen María tomó, desde entonces, bajo su protección esas regiones.
El cacique Yaguarón y sus indios eran de índole pacífica, hospitalaria, y recibieron bien a los españoles.
Desde 1528 franciscanos arrojaron la primera semilla evangélica en el distrito de Santa Ana, llamado también Reducción de Yaguarí; y en ella siempre prevaleció la devoción a María Inmaculada.
En 1615 (1580 según otras versiones) el puerto de Santa Ana quedo abandonado, y el fray Luis de Bola¬ños fundó la nueva reducción a la que dio el nombre de "Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí". Con el tiempo, el lugar comenzó a conocerse simplemente como Itatí. Fray Luis de Gamarra, párroco del lugar, fue el primero en dar a conocer los milagros de la Virgen. En la Semana Santa de 1624 tiene lugar la primera transfiguración de la Virgen, que duró varios días. Gamarra relata en un documento de la época: "se produjo un extraordinario cambio en su rostro, y estaba tan linda y hermosa que jamás tal la había visto". Las transfiguraciones se repitieron a lo largo de los años.
Los milagros y las curaciones son incontables, pero quizás el más increíble y espectacular haya ocurrido en 1748. En ese año hubo un gran malón que buscaba destruir y saquear el poblado, pero cuando los indios llegaron a las puertas de Itatí, se abrió ante ellos una ancha y profunda zanja que les impedía el paso. Ante este hecho se retiraron despavoridos, y los habitantes del lu¬gar acudieron entonces a la capilla agradecer a su Patrona.
El 16 de julio de 1900, la imagen de la Virgen de Itatí fue solemnemente coronada por voluntad del Papa León XIII . Fue entronizada con el nombre de Reina del Paraná y reina del Amor. El 3 de fe¬brero de 1910, el Papa Pío X creó la Diócesis de Corrientes, y el 23 de Abril de 1918, la Virgen de Itatí, fue proclamada Patrona y Protectora de la misma. Su fiesta se celebra el 9 de Julio.
El Santuario de Itatí, es uno de los más importantes de América. Cada año alrededor de 2 millones y medio de fieles, no sólo de Argentina, sino también de otros países sudamericanos, se dirigen a la gigantesca Basílica a dar testimonio de su devoción y amor por Nuestras Señora de Itatí.
Himno a la VIRGEN DE ITATÍ
Señora de las selvas y pueblos guaraníes ¡qué dulce nos sonríes, divina aparición!
Escucha aqueste himno de férvida alabanza con vuelos de esperanza nacido en la oración.
Mira a los fieles, Madre, que de su amor en prenda dedícaste la ofrenda más grata a su humildad. Tus siervos te saludan del orbe soberana, lucero en la mañana, luna en la oscuridad.
Pues en el cielo reinas, y en nuestros corazones, queremos tus blasones sin mancha hoy acrecer al coronar tu imagen con la imperial diadema que es en la tierra emblema de gloria y de poder.
El homenaje acepta de antigua fe sencilla, protege al que se humilla delante del altar; sé blanda a nuestras preces, enjuga nuestro llanto, y da a besar el manto a quien te sabe amar.
Al blanco, al negro, al indio que acampa entre jaguares, en su infortunio ampares Oh Virgen de Itatí y bendecida seas por siempre lirio y palma, mientras contrita el alma del mundo sube a ti.
Miércoles, 9 de julio de 2014
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