Mundo Hace 38 años ocurrió la tragedia de Los Andes En una extraña coincidencia, un 13 de octubre sucedió en la montaña de Chile una de las peores tragedias que recuerde la humanidad. El mismo día, pero 38 años después, se impuso el milagro.
El 13 de octubre de 1972 se estrelló en la Cordillera de Los Andes el Fairchild 571 (F571), un turborreactor de dos motores arrendado a la Fuerza Aérea Uruguaya.
A bordo viajaban 45 personas, entre pasajeros y tripulantes, mayoritariamente integrantes de la primera división del equipo de rugby amateur del Old Christians Rugby Club, ex alumnos del colegio irlandés de los Hermanos Cristianos en Montevideo, Uruguay, junto con familiares y amigos.
Según se desprende del libro La sociedad de la nieve, que narra la increíble historia de los 16 sobrevivientes, tras diez días de búsqueda, el Servicio Aéreo de Rescate chileno los dio por muertos.
No obstante, 62 días después, dos jóvenes harapientos y esqueléticos surgieron de repente en las proximidades del valle de Los Maitenes, en las estribaciones de la cordillera chilena de Santiago, tras una caminata inverosímil de diez días, añade el texto.
Además de la fecha y el lugar geográfico (la montaña), la cantidad de días que debieron sortear situaciones límites es otra de las coincidencias que envuelven a ambos casos, aunque en el de la tragedia de Los Andes los sobrevivientes vivieron un verdadero calvario, sufriendo temperaturas de frío extremas. Los mineros, en principio, tuvieron todos los elementos indispensables para pasar los días que tardaría en realizarse el pozo, aunque la experiencia también resultó acuciante porque significó vivir 70 días atrapados a 622 metros bajo tierra y soportando temperaturas extremas, pero de calor.
“Nosotros estuvimos más de 70 días sobreviviendo a cielo abierto, perdidos a más de 3.600 metros de altura, rodeados de rocas, hielo y nieve, rodeados de nuestros amigos muertos en el accidente y como único refugio los restos del avión siniestrado. Cuando salimos, cerca de Navidad, habíamos cambiado, habíamos vivido una experiencia límite. Nuestras familias que nos buscaban, también habían cambiado. Todos tuvimos que ajustarnos”, recordó en diálogo con el diario La Nación el sobreviviente de esa tragedia, Pedro Algorta.
Y comparó su experiencia con la de los mineros: "Ellos han pasado también casi 70 días, perdidos en el fondo de la montaña, sin poder ver la luz del día. Seguramente lo peor fueron los primeros 18 días en que no sabían si los encontrarían o no, en los que seguramente se sintieron solos y como nosotros debieron racionar sus alimentos sin saber si alcanzarían hasta que los ubicaran".Miércoles, 13 de octubre de 2010
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