Fuerte advertencia de la iglesia a los adultos Las fiestas se pueden organizar, la alegría no El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, criticó que se tenga que desplegar a la policía montada y en los nuevos patrulleros para cuidar la diversión juvenil en las tradicionales fiestas de fin de año.Calificó a esta situación de “alegría peligrosa” y pidió responsabilidad a los adultos.....
El titular de la Arquidiócesis de Corrientes, Andrés Stanovnik, expresó la preocupación de la Iglesia correntina ante las manifestaciones de diversión de los jóvenes durante las celebraciones de las tradicionales fiestas de fin de año. El prelado llamó de "alegría sumamente peligrosa" al festejo juvenil al tener que ser cuidado mediante un fuerte despliegue policial conocido como blindaje u operativo zócalo. Consideró que esta situación es grave porque evidencia la confusión en la que se encuentra la comunidad. Dijo que este contexto deja al desnudo la falta de reflejos y de propuestas por parte de los adultos que sirvan de referencia y alertó que pone en riesgo a las sociedades del presente y futuro.
La fuerte advertencia de Stanovnik la pronunció al recibir el tradicional saludo navideño que le brindaron los representantes de las distintas comunidades, movimientos e instituciones religiosas de la Arquidiócesis, ayer después de las 10 en el salón Santa Clara del Arzobispado local.
"Me pregunto con preocupación, como sociedad correntina adulta, ¿qué les estamos dando a nuestros jóvenes?", se interrogó el arzobispo en su alocución ante quienes fueron a saludarlo por la Navidad.
La autoridad eclesiástica subrayó que sería importante para la sociedad adulta prestarla atención a la forma de diversión juvenil. Consideró que la forma no significa alegría, todo lo contrario. "A las 6 o a las 7 de la mañana vi en los rostros de los jóvenes que salen de los boliches, tristeza y falta de paz. Aparentemente a la noche gritaron, se divirtieron, se alegraron. Pero al final como balance eso no les da alegría", insistió.
En tono de crítica, Stanovnik responsabilizó a los adultos por esta situación. "Somos nosotros, los adultos, los que le proponemos esta diversión", espetó. "Frente a esta situación qué hacemos los mayores: ponemos más policías, la montada, los móviles nuevos que tienen hermosas luces pero que ponen de manifiesto la gravedad en la que nos encontramos. Es grave que la diversión de nuestros jóvenes tenga que ser cuidada con las fuerzas de seguridad", reprochó. Stanovnik confesó estar preocupado porque esta situación pone en riesgo la integridad de la sociedad actual, pero también de la futura. "¿Es tan difícil darse cuenta de lo que le estamos proponiendo a nuestros jóvenes es altamente dañino? Todos los signos está evidenciando esta grave realidad. Probablemente la confusión que vivimos no nos permite ver, no nos permite darnos cuenta", explicó el pastor católico.
Recordó que "la Navidad es luz. Dios convertido en hombre vino a modo de una luz brillante en la oscuridad de la noche y se transformó en la referencia que nos salva. El camino que nos muestra para hacer la vida más digna y para cuidarla. Por eso es importante que el ser humano tenga una referencia trascendente. Cuando se borra a Dios, el ser humano termina siendo una criatura altamente amenazada", exhortó.
En su mensaje, Stanovnik estimó necesario rescatar en su reflexión una frase de Benedicto XVI, pronunciada en una exhortación apostólica.
"Las fiestas se pueden organizar, la alegría no", repitió ayer.
"La alegría es un don. Hay que tener disposición interior para recibirlo. Hay que tener oído para escuchar la buena palabra. Hay que tener una voluntad disciplinada para después actuar conforme a esa palabra, para que realmente en el corazón se siembre la verdadera alegría. Esa alegría que no desaparece en el corazón de los jóvenes a las 6 o 7 de la mañana cuando terminan o salen de los boliches", señaló Stanovnik.
"Nuestros jóvenes tienen la oportunidad de escuchar hoy este anuncio. Que importante que es la misión que tenemos como Iglesia. No podemos olvidar que la mayor pobreza es la de no reconocer la presencia del misterio de Dios y de su amor en la vida del hombre que es lo único que verdaderamente sana y libera", sugirió. Domingo, 26 de diciembre de 2010
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