Tecnología Prevenir la muerte súbita El fenómeno al que aún la medicina no le encuentra causa, provoca la muerte de bebés por ausencia de respiración. Un sensor que se coloca debajo del colchón del niño, monitorea su respiración durante el sueño y una alarma lumínica y sonora “avisa” cuando desciende marcadamente el ritmo respiratorio.... La apnea se define como el cese completo de la señal respiratoria de al menos 10 segundos de duración. Hay distintos tipos, puede haber ausencia de la señal respiratoria y además, en algunos casos ausencia de esfuerzo respiratorio. La respiración, un factor determinante a la hora de poder disfrutar de un sueño reparador, depende durante estos periodos de los músculos que controlan la mandíbula, la lengua y el paladar y que mantienen abierta la vía respiratoria; cuando estos músculos se relajan, la mandíbula cae y la lengua retrocede, estrechando u obstruyendo la vía aérea y produciendo las dificultades respiratorias, que van desde los ronquidos hasta las apneas.
Sobre la base de diversos estudios, salió al mercado Babysense, un sensor de movimientos respiratorios para bebés de hasta doce meses de edad, que monitorea la frecuencia respiratoria del niño mientras duerme. Por medio de dos sensores, que se colocan debajo del colchón, su principal función es emitir una alarma lumínica y sonora cuando desciende marcadamente el ritmo respiratorio, alertando así a los padres, para que reaccionen con anticipación, despertando al bebé o socorriéndolo y así, esto podría preceder a un cuadro de apnea.
Por eso, el doctor Jorge L. Frankel, médico pediatra y coordinador de equipos médicos Hospital Doctor Juan P. Garrahan, aseguró “Babysense es un excelente colaborador para la tranquilidad de los papás y el cuidado del bebé”.
Utilizando tecnología exclusiva, es de uso sencillo y completamente seguro, ya que se alimenta de pilas AA y no se enchufa a corriente eléctrica.
Babysense es una marca registrada de Hisense Ltd, con presencia tanto en casas de familia como en hospitales de todo el mundo.Domingo, 26 de diciembre de 2010
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