Torneo Inicial ¡San Lorenzo campeón! Como consecuencia de sendos empates en los dos partidos finales (Vélez 0-0 San Lorenzo y Newells 2-2 Lanús), el "Ciclón" se convirtió en el campeón del Torneo Inicial, siendo el que menos puntos obtuvo en la historia de los torneos cortos (33 unidades).
En un pobre campeonato, los dirigidos por Juan Antonio Pizzi sacaron provecho de la irregularidad generalizada y se convirtieron en un legítimo ganador. Superó las lesiones de dos de sus mejores jugadores (Cauteruccio y Verón) y tuvo en "Nacho" Piatti a su máxima figura. Así, consiguió la estrella 18 de su historia (entre el ámbito local e internacional)
El segundo semestre de 2013 había comenzado minado de expectativa e ilusiones para el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Con el Torneo Inicial, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina por delante en un apretado calendario deportivo, las "cartas" se pusieron sobre la mesa: grandes incorporaciones en el mercado de pases, con inversiones que superaron los 30 millones de pesos, para conformar un plantel poderoso que pudiera ir por todo. Finalmente, después de tanto sufrimiento, se logró el objetivo de cortar la sequía de seis temporadas sin festejos. Cuando comenzó el campeonato con triunfos consecutivos sobre Olimpo y Racing, rápidamente la gente del "Ciclón" le hizo espacio al entusiasmo con los éxitos que pudieran venir. Sin embargo, las "piedras" en el camino también estuvieron a la orden del día: caídas sucesivas ante Argentinos Juniors y Quilmes, más la dolorosa eliminación frente a River del marco internacional, sin merecerlo por la superioridad en ambos cotejos ante los de Ramón Díaz. Y encima, cuando las cosas parecían acomodarse con el triunfo sobre Rosario Central, el club se enteró de la pérdida de su goleador, Martín Cauteruccio, por una grave lesión. Desde allí se empezaría a saber que nada sería sencillo.
Sustentado en la jerarquía de los integrantes del equipo (Juan Mercier, Leandro Romagnoli e Ignacio Piatti, principalmente, como baluartes de la estructura colectiva), el trabajo incesante de su entrenador Juan Antonio Pizzi y la "frescura" que aportaron jóvenes como Ángel Correa y Héctor Villalba, el conjunto de Boedo continuó siendo uno de los favoritos en el campeonato local mientras avanzaba a paso firme en la competencia más federal. Después de 10 años accedió a una definición mano a mano, pero el "mazazo" recibido en Catamarca parecía ser el cierre de una etapa que prometía más sonrisas que tristezas. Para colmo de males, Gonzalo Verón "copiaba" al atacante uruguayo procedente de Quilmes y también sufría la rotura de ligamentos.
Conforme con el material que tenía a su entera disposición, Pizzi se las arregló sin otro refuerzo en el medio de la competencia y convenció a sus jugadores de no bajar los brazos, porque todavía era posible erigirse como uno de los aspirantes al premio mayor. San Lorenzo, guiado por su filosofía de arriesgar en cualquier cancha, se recuperó con una goleada ante All Boys y otra vez puso ante el público su decisión de afrontar con suma responsabilidad y seriedad el último tramo. La tenencia de la pelota, la dinámica en ataque y la verticalidad de sus hombres desequilibrantes fueron factores clave para llegar a lo planeado.
Ciertamente, no hay misterios: cuando la materia prima está presente, el cuerpo técnico demuestra con compromiso y perfil bajo sus intenciones, la dirigencia acompaña con orden y buena administración y los hinchas se unen en pos de un objetivo, se puede conseguir lo anhelado. No hubo reproches después de la caída ante Arsenal, el grupo se levantó con rapidez y la vuelta olímpica se hizo realidad. Obviamente favorecido por la intensa paridad del fútbol argentino, San Lorenzo celebra el 12° lauro profesional de liga, sin ninguna clase de discusión ¿A qué se debe? A un cóctel completo de virtudes que se sobrepuso a dificultades de diversa índole.
Apenas un año y medio después de la peor crisis de los últimos 30 años, que casi lo condena al descenso por segunda vez en su historia, San Lorenzo se permite emocionarse y cantar por un triunfo excepcional. El binomio Matías Lammens-Marcelo Tinelli fue una de las principales causas de la resurrección "azulgrana", impulsada por los futbolistas y el mencionado Pizzi. También acompañada por la constante fidelidad de su masa de seguidores, que al mismo tiempo se encarga de la otra vuelta importante, precisamente a la del barrio de origen, motivados por un sentido de pertenencia pocas veces visto en el fútbol nacional. Como si fuera poco, por supuesto que el "espaldarazo" decisivo lució iluminado por la fuerza de "Su Santidad" Francisco, uno de los tantos que empujaron desde el sentimiento y la plegaria para una alegría que durará varios meses y será recordada por siempre.
¡Salud, campeón!
Domingo, 15 de diciembre de 2013
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