Sociedad ¿Papá Noel o el Niño Jesús? El origen de Papá Noel o Santa Klaus tiene su referente histórico en San Nicolás de Bari, obispo de Mira en el Asia menor, que vivió entre los años 280 al 345, famoso por su caridad hacia los más pobres. La sociedad de consumo ha transformado a este santo en Papá Noel, y lo ha hecho tan popular entre los niños que como fenómeno está desplazando la imagen navideña tradicional y el contenido fundamental de nuestra fe: el Niño Dios nacido en Belén. La sociedad de consumo movida por un interés meramente comercial ha ido con el tiempo imponiendo esta imagen bonachona de Papa Noel como el objeto de atención masiva de los niños en cada Navidad. La maquinaria comercial con toda su artillería, apuntando a la venta, bombardea nuestras conciencias a través de los medios masivos de comunicación dejándonos un solo y único mensaje: Navidad es Papá Noel con regalos. Esta imagen fabricada con objetivo comercial está desplazando la imagen verdadera de la Navidad y el contenido fundamental de nuestra fe: el niño Dios que vino al mundo. Navidad no es Papá Noel, no es tampoco un arbolito navideño lleno de luces y de regalos, Navidad es Dios hecho niño, que se hace uno de nosotros, uno como nosotros para mostrarnos su amor y salvarnos. La imagen inventada de papa Noel crea en nosotros la idea de que para ser felices hay que dar y recibir regalos. Contrariamente, la imagen del Niño Jesús nos dice que la vida es el mayor regalo y que entonces no hay regalo material que pueda suplantar eso. Suplantar al Niño Dios por Papá Noel significa empobrecer el contenido fundamental de nuestra fe, ya que Papá Noel en realidad no existe, es una invención comercial. Existió San Nicolás de Bari, insigne obispo, maestro de caridad, fiel discípulo de Cristo, que nada tiene que ver con la imagen bonachona del anciano de barba blanca con sus bolsas llenas de regalos. Es por lo menos inapropiado desde el punto de vista católico que el santo tenga preeminencia sobre Dios, ya que no puede, en efecto, un santo por más virtuoso que fuere, reemplazar a Dios en la formación de nuestra conciencia religiosa. Mucho más grave aún si este reemplazo no es ni siquiera una imagen real sino una invención ficticia, que transforma la Navidad en un mero intercambio de regalos, perdiendo de vista el mensaje fundamental de ella que dice que Dios se hizo hombre en el niño Jesús nacido en un pesebre como el más grande regalo para la humanidad. Si se impone en la conciencia de nuestros niños Papá Noel y no el Niño Jesús estaremos permitiendo que se forme en ellos una imagen falsa de la Navidad. Porque Navidad es mucho más que los regalos que por supuesto tenemos que dar a los niños, sin olvidarnos, al dar esos regalos, de hablarles a nuestros hijos del más grandioso y bello regalo que Dios nos hace en Navidad: el niño Jesús. Contarles que Dios vino al mundo para regalarnos mucho más que juguetes y papeles brillosos, nos trajo la luz que nos indica el camino, la verdad y la vida para nuestra salvación. Es rigurosamente cierto: Papa Noel nos distrae por un rato con regalitos, en cambio el Niño Dios nos da un gran regalo que no sólo durará toda la vida sino que durará toda la eternidad: Dios amor con nosotros para siempre. De nosotros depende qué regalo queremos darles a nuestros hijos, Papá Noel o el Niñito Jesús, y qué conciencia queremos formar en ellos.
Fuente: Diario Norte. Padre Rafael del Blanco
Miércoles, 15 de diciembre de 2010
|