Promesa del descanso en verano A fin de año crecen los casos de fobia a los exámenes El año se escurrió entre trabajos prácticos, clases especiales, exposiciones y clínicas, pero todavía queda un pequeño obstáculo entre el ciclo lectivo y las vacaciones de verano: dar los exámenes finales. Sin embargo, muchos estudiantes padecen lo que fue descripto como un trastorno de ansiedad social de desempeño, una fobia a rendir.
Fin de año llega con las fiestas, pero también con un 10 por ciento de aumento en las consultas sobre este tipo de trastorno de la ansiedad, informó el diario Clarín. Al parecer, afecta a jóvenes entre los 16 y 32 años, pero sobre todo los que de por sí tienen una personalidad autoexigente, según explicó el psicólogo Gustavo Bustamante al matutino.
"Se trata de sujetos perfeccionistas, con altos niveles de autoexigencia, casi sin habilidades sociales para mostrarle al otro, en este caso el profesor, que ellos saben o conocen. Y es habitual que siempre se anticipen negativamente al resultado", especificó el especialista.
Los síntomas aparecen un poco antes del momento crucial del examen, por ejemplo, palpitaciones, la diarrea y el insomnio. "Y mientras da el examen, son frecuentes las "Lagunas mentales", el sudor y el tartamudeo. Sobre todo si está cara a cara con el docente, porque está pendiente de los gestos del profesor y preocupado por que no se dé cuenta de que está nervioso", explicó el psicólogo Guillermo del Valle, coordinador de la Red de Ansiedad .
El miedo irracional y paralizador que impide dar examen llegó a límites insospechados en la Universidad Nacional de Córdoba, donde se montó un Equipo de Ansiedad en los Exámenes, para dar contención a los alumnos prontos a rendir, y también para atender a los que ya rindieron, porque pueden quedarse cavilando sobre si les fue bien o mal.
La fobia a dar examen se presenta en estudiantes secundarios lo mismo que en los universitarios, pero puede prevenirse o reducirse si se está bien descansado (con unas ocho horas de sueño), se buscan actividades para dispersarse o relajarse el día anterior, y sobre todo si se evita la postura negativa de "me va a ir mal".
Además es bueno evitar el "pasilleo", es decir, el compararse con otros alumnos afuera del aula justo antes de entrar a dar, porque eso sólo aumentará los nervios. Claro que las técnicas de relajación para evitar el momento de angustia extrema sirven sólo si no se dejó todo a último momento.Jueves, 9 de diciembre de 2010
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