Estrenando sección "Don Ponchoclo" una historia de vida MonteCaserosOnline inaugura hoy una nueva sección, la misma consiste en realizar notas a aquellas personas que con su quehacer cotidiano llegan a nosotros de una manera especial, son conocidos por todos y se ganaron un espacio en nuestras vidas. Con esta sección de notas, que será mensual, pretendemos homenajear y reconocer a todos ellos. Jorge Oroquieta, más conocido como “Don Ponchoclo” es quien inaugura este nuevo segmento. Con su carrito y los inigualables pochoclos él trabaja todos los días en su esquina tradicional, la de la Placita del Niño. MonteCaserosOnline lo eligió para la apertura. Nos dirigimos al lugar y dialogamos con él, el pochoclero, el protagonista de la tarde. “Don Ponchoclo”, un nombre que tiene historia… “mi suegro se llamaba Ponciano, y le decíamos Pon, en homenaje a él le dimos el nombre a nuestro carrito”… sin duda un clásico de Monte Caseros. Hace ya seis años que diariamente Jorge ocupa ese lugar en la esquina de Eva Duarte y España. Todos los días aproximadamente a las 15:30 horas traslada su carrito al sitio, el cual es anunciado por el sonido del llama ángeles que lleva consigo. “Durante los primeros dos años venía todos los días y en el verano cuando empecé con otra actividad en el camping “Gral. San Martín” lo deje, pero la idea es hacerlo todo el año” nos contó asegurando que cuando no venía la gente preguntaba por qué y reclamaba. “Todos me conocen como el Pochoclero, el Pororero, una día, vino un chiquitito de unos tres años, yo estaba agachado y no me vio y gritaba ¡Palomitero! ¡Palomitero!, eso me quedó grabado, la ocurrencia del gurí”. En la oportunidad nos contó de sus inicios, “cuando vinimos a Monte Caseros con Ali, mi señora, tenía la idea de poner un lubricentro, compramos la casa donde actualmente vivimos y allí lo empezamos a armar, en aquella oportunidad le dije a Ali, algo tenemos que hacer para juntar dinero y comer todos los días, me fui a Rosario y me puse a buscar en una revista, conseguí este carrito y lo compré. Lo que nunca supo la gente es que yo antes de empezar a hacer esto, estuve diez días en la casa de mi concuñado haciendo pochoclo todos los días, de las 18:00 a las 20:00 horas, probaba toda la familia, los amigos, los conocidos, hasta que le encontré el sabor, dosifiqué todo y desde esa vez hasta la fecha se sigue utilizando los mismo ingredientes” indicó. ¿Cuál será el secreto?... muchas veces seguramente en sus hogares hicieron o intentaron hacer pochoclos, pero el sabor nunca es el mismo que el de “Don Ponchoclo”. Jorge nos contó y pudimos corroborar en el lugar que los clientes preguntan cuál es el secreto de su receta, pero él no lo va a decir, “mi señora y yo somos los únicos que la conocemos” indicó “la vainilla tiene un preparado que nunca lo van a saber” agregó entre risas Chicos y grandes a todos les gusta el pororó de Don Ponchoclo, “cuando inicié lo hice pensando en los chicos pero los grandes también se engancharon” nos decía. Jorge quien a diario realiza su labor con mucho amor se emocionaba al contarnos algunas de las cientos de anécdotas buenas que tuvo y tiene gracias a su trabajo, “los días que llueve me han ido a buscar a casa para que les venda pochoclos”
“Creo que el éxito de trabajar tan bien con el carro es que es rico el pochoclo, haber encontrado el gusto, mantener la calidad, eso es fundamental, siempre digo lo mismo, en lo que es comida, a la gente no la podés embromar, y la otra es la yapa, implementada desde el primer día, siempre le doy, dos, tres, paladas más a todas las bolsitas y si no tienen para la mínima llevan igual. Todos los días Jorge traslada a la esquina de siempre su carrito, ese espacio móvil con sonido de ángeles, y él está allí con buena onda, buena disposición, mucha energía positiva y los mejores Pochoclos del mundo!. “Es lo que me gusta hacer, estar en contacto con la gente, con los gurises, con los chiquititos, son espectaculares” concluyó
Esperamos que les guste y nos ayuden a encontrar esas personas especiales!!!! El próximo será Martín el mozo de Adan Pub.
Jueves, 26 de julio de 2012
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